Con tres fichajes ya confirmados, casi ningún equipo de la Liga BBVA parece tener tan enjaretadas sus tareas de planificación en cuanto a la confección de la plantilla como las tiene el Sevilla. Todo ello le permite cierta tranquilidad para algunas semanas. De alguna manera, un verlas venir y esperar el momento justo para dar otro zarpazo. Con sigilo, como le gusta a Monchi, sus golpes están yendo por donde siempre quiso: nombres que jamás salieron en la prensa y que aparecen como fichajes confirmados y anunciados por el propio club y sus medios, ahora con la incorporación del propio subdirector general deportivo al mundo de las redes sociales a través de su cuenta en Twitter, un bien casi de servicio público.

Javi Hervás, Diego López y Maduro. Tres cuando prácticamente hace una semana que los futbolistas se fueron de vacaciones. Ahora queda esperar y librar los pulsos tendidos con paciencia y cabeza para tratar de conseguir los productos a los precios deseados.

Uno de ellos es el que está librando con el Getafe por el Cata Díaz, el veteranísimo central argentino que colmaría las necesidades de Míchel en la defensa en materia de agresividad, carácter y dureza en la marca. En este sentido, Ángel Torres, presidente del club azulón, parece dispuesto a hacer que ese pulso sea largo y a José María del Nido no le asusta ni mucho menos eso. Se enfrentan, por tanto, dos duros boxeadores en el ring de las negociaciones en el fútbol y en este escenario la importancia de los mensajes juegan su papel tanto o más que una oferta plasmada en un documento. Mientras el Getafe se mantiene firme en el precio de tres millones de euros por el jugador que llegara al Coliseum Alfonso Pérez Muñoz allá en 2007, la respuesta del máximo mandatario sevillista, lejos de ser una rebaja en esa cifra, no es otra cosa que un órdago en toda regla. Del Nido ha anunciado que el Cata Díaz no será futbolista del Sevilla a no ser que llegue con la carta de libertad bajo el brazo o a cambio de una contraprestación a nivel de jugadores, con todas las indirectas puestas en el nombre de Alexis Ruano. El Sevilla, no obstante, tiene que buscar acomodo a futbolistas como Luis Alberto, quién sabe si Campaña y hasta a Lautaro Acosta, y no se cierra en banda, aunque cada caso sería distinto en materia de una valoración en el mercado, aunque sea a préstamo.

Habrá que ver cuál es la reacción de Ángel Torres ahora, pero el Sevilla juega con la ventaja de que no tiene prisa alguna y que va a dejar el tiempo correr.

El jugador, por su parte, presiona y anuncia su llegada desde su país para estos días y una reunión con su presidente para tratar de ablandarle el corazón, mientras en Argentina sueñan con que vuelva a vestir los colores de Boca Júniors tras "las ventas de Roncaglia y Sauro y la duda de la retirada de Schiavi". Aprovechando su estancia en Buenos Aires, el diario Olé publica que el deseo de repatriar al bravo zaguero se esfuma si el Sevilla entra en escena.

El rotativo da por hecho que el Cata acabará jugando en Nervión porque es su obsesión antes de volver al club del que salió para jugar en Europa. "En caso de volver, elegiría Boca por todo lo que viví en el club", dice.