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"Nos habíamos encajonado en el Sevilla de los dos extremos y dos delanteros"

  • Fernando Navarro habla con la perspectiva que dan los años de la evolución del Sevilla, de su pasado en el Barça y de la hora de ganar "al mejor equipo del mundo".

-Va para su quinto año en el Sevilla, a ver si no hay quinto malo...

-Hombre, espero que no. Es mi quinta temporada aquí. Yo firmé para consolidarme, estoy muy contento, con ganas de seguir contando en los años que me quedan.

-Cumplió 30 años en junio...

-Sí, acabaré el contrato en 2016, justo antes de cumplir 34. No miro más allá de año a año. Sé que si no estás bien los contratos no sirven para nada. Pero la ilusión es de seguir bien y seguir contando.

-¿Colgará las botas en el Sevilla?

-Hombre, cuando se cumplen los 30 años se ve todo con otros esquemas. Nunca se sabe, si cuelgo aquí las botas con 34 años será una buena señal, querrá decir que he rendido en el Sevilla.

-¿Se siente indiscutible?

-No, siempre que estás en un gran club y no das el nivel, es complicado jugar. Esto es una carrera de fondo diaria. En un equipo como el Sevilla si no estás bien no vas a jugar. Hay mucha competencia, y sobre todo este año, que se ha aumentado la competencia en el equipo.

-Al principio recibió muchas críticas y ahora nadie lo discute...

-Si digo la verdad, por parte de la afición siempre he sentido apoyo, desde el primer momento. Luego, sobre todo en mi segundo año, hubo unas críticas a veces subjetivas, pero cada uno es libre de pensar lo que quiera. Lo que es irrefutable y objetivo es mirar los números, saber que cada año he jugado con todos los entrenadores. Yo nunca he tenido duda de mi rendimiento, se puede estar mejor o peor, pero siempre he intentado seguir una línea, estar más cerca de mi lado óptimo, sabiendo que siempre hay momentos buenos y malos.

-Tras el fracaso del curso pasado, es positivo partir de cero, ¿no?

-Lo del año pasado fue un fracaso para todo el mundo, aunque antes quizá el nivel de exigencia había sido exagerado, porque con el sexto o séptimo presupuesto de la Liga seguíamos estando arriba, terceros, cuartos, quintos... Es positivo partir de cero porque se estaba convirtiendo en una dinámica muy negativa, tanto de presión externa como interna, y bueno, eso lo sufría el equipo porque estaba angustiado. El año pasado, pese a la caída en la UEFA, también empezamos bien, pero, sabemos qué hacer para no caer en los errores del año pasado.

-¿Y el quid de la cuestión es?

-La mentalidad. En un equipo que aspira a cosas es muy importante la mentalidad. No llegar y pararse, sino llegar y seguir. Si estás cada día con buena mentalidad, cuando hay palos tienes la respuesta para darle la vuelta a la tortilla. Para mí es lo más importante. Mentalidad ganadora, y para mí es la gran diferencia en los resultados.

-¿Es oportuno hablar de la Champions, del tercer o cuarto puesto?

-El equipo quiere luchar por el máximo de nuestras posibilidades, el tercer puesto. Pero tampoco se puede decir que la temporada es un fracaso si no quedas tercero. Aspiramos a lo máximo, por equipo, por afición, por todo lo que significa el Sevilla.

-Los triunfos ante Madrid y Dépor son un espaldarazo para Míchel y el equipo ¿Lo necesitaban?

-Sí, como dijo él es un poco el reconocimiento a cómo estábamos trabajando. A veces es necesario ganar a un gran equipo para que la gente reconozca tu trabajo. Pero en el seno interno del equipo sabíamos que lo estábamos haciendo bien. Ahora se ven reforzadas esas señas de identidad.

-Hay otro Sevilla, más armado en el centro. ¿Es el camino definitivo?

-Creo que nos habíamos encajonado mucho en el Sevilla de los dos extremos y los dos delanteros rematadores. El míster ya desde el año pasado está cambiando algunos detalles. Hay una idea común, que es ser protagonista, tener el balón y hacer juego de ataque, y luego hay unos detalles que te hacen estar más cómodo en el campo y que te aseguran resultados.

-La defensa está más segura con Maduro, un medio de posición.

-Maduro es un jugador muy táctico, muy posicional, totalmente diferente a los otros pivotes y a lo mejor sí nos ha dado ese equilibrio, sobre todo táctico. Y ha trasladado al equipo un positivismo bueno por su manera de ser. Pero cuando ha jugado Gary también ha hecho un trabajo espectacular. Tenemos muchos jugadores en el centro del campo que se compenetran muy bien y es la virtud de este equipo, que según el momento y las necesidades el míster podrá elegir los jugadores idóneos.

-Han encajado también a la primera Cicinho y Botía. Es difícil en una línea que requiere acoplamiento.

-Los dos han entrado muy bien, aportando sus virtudes. No es fácil llegar nuevo y rendir al principio y lo han conseguido. Botía sabía la manera de jugar de la Liga, pero lo de Cicinho nos ha sorprendido a todos un poco. Nadie lo conocía y el arranque que ha hecho ha sido muy bueno.

-¿Se nota que Botía viene de La Masía, igual que usted?

-No sé, de mí dicen que no vengo de La Masía (risas). Eso también es un poco mito. Hay jugadores de todo tipo. Tiene buena salida de balón... No sé, eso de venir de La Masía, ¿qué es?, juego de toque será, ¿no? Es que un central no tiene que jugar de toque, tiene que defender, estar atento a la marca... De todas formas, yo creo que Botía se ha hecho futbolista en el Sporting, sabiendo sufrir en situaciones complicadas...

-Y usted en el Mallorca, ¿no?

-Y yo en el Mallorca (risas). No, hombre, pero cuando juegas en un equipo pequeño te tienes que espabilar porque sabes que la temporada es complicada y Botía viene con las pilas puestas, sabe lo que es codearse en los puestos bajos.

-Parece que tiene cierta reticencia hacia La Masía y el Barça...

-No, ¡por favor! No. Vivimos en un mundo, el periodístico y el futbolístico, en el que todo son tópicos. Pero cuando dicen "el típico central de La Masía" se supone que es el que juega bien, el que tiene toque, el que no hace faltas. Y un defensa, aparte de eso, tiene que defender y tiene que quitar balones.

-Bueno, pues llega el Barça.

-Es un partido diferente, es especial, porque es el mejor equipo del mundo el que nos visita y últimamente no hemos logrado buenos resultados contra ellos en casa. En Riazor tuvimos un empujón definitivo para saber cuál es el camino y ahora recibimos al Barça con mucha más confianza y con más puntos, que también es un respaldo para recibirlo con tranquilidad.

-Hace tiempo que el Sevilla no le gana al Barcelona...

-Con Manzano empatamos a uno. Marcó Bojan y luego Jesús Navas de cabeza. Salió Fredy en la segunda parte y jugamos muy bien... Hace tiempo que no les ganamos, la última vez fue en la Supercopa...

-Ganas de meterle el diente, ¿no?

-Más que de meterle el diente, de ganar. El Barça es un gran equipo y siempre es especial. Pero tenemos que pensar más en nosotros y mirar qué podemos hacer, más que mirar al contrario. El Barça es un excelente equipo, pero tenemos ganas de sumar los tres puntos, para tener una buena temporada y sacarnos la espina del año pasado.

-Ha mencionado a Kanoute, también es un refuerzo lo vivido el martes con él en Nervión, ¿no?

-Sí, por supuesto. Yo he tenido la suerte de compartir el vestuario cuatro años con él y me ha dejado una huella personal y futbolística increíble. Todo el mundo sabe quién era Fredy Kanoute y los valores que transmitía. A pesar de que los nuevos no hayan compartido vestuario con él todos tienen consciencia de que es un mito en la historia del Sevilla. El homenaje también es un refuerzo anímico.

-¿Se ha encontrado en su trayectoria una figura futbolística similar?

-No sé, yo he compartido vestuario con muchos futbolistas carismáticos, desde Luis Enrique a Puyol...

-¿Luis Enrique?

-Sí, más de lo que se veía en el campo. Se escuchaba cuando hablaba, era una persona a tener en cuenta, como ahora Puyol, que desde que yo estaba allí (hace ocho años) ya tiraba del carro. Y luego recuerdo a Eto'o, a Ronaldinho... Éstos jugadores eran carismáticos más que en el vestuario en el campo. Pero Fredy, por los valores que transmitía y por su forma de ser, era algo más que un simple jugador de fútbol.

-Él estuvo aquí siete años, usted va camino de igualarlo...

-Es mi quinto año y nunca se sabe. Mi intención es seguir disfrutando tanto de la ciudad como del club, del Sevilla. Estoy superfeliz, tanto mi mujer como yo y los niños, estamos muy integrados en la ciudad...

-¿Quién le ha dado más, el Sevilla a usted o usted al Sevilla?

-No, no, el Sevilla a mí. El Sevilla me ha permitido disfrutar de este club, que es fantástico, disfrutar de una afición que es fabulosa. Soy un afortunado, en la vida y en el fútbol.

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