Sierra Nevada afrontaba este fin de semana con una ocupación hotelera superior al 50% para sus 75 kilómetros de pistas disponibles. Hay ganas de esquiar y los bolsillos que pueden permitírselo no dudan en sacar el forfait y en aprovechar cualquier momento para una escapada a estaciones como la granadina. Hay quienes, incluso, si el golpe económico de la pandemia no lo han acusado mucho piensan en comprar una casa para acudir con frecuencia a la estación y la prueba está en que el mercado inmobiliario de viviendas de alta montaña está respondiendo bien en este 2021 tras el frenazo en seco de la pandemia. Un estudio reciente del Instituto de Valoraciones apunta a que los precios y actividad del mercado, a pesar de las restricciones, han ido mostrando señales de recuperación tras la pandemia.

Está claro que todavía es pronto y los efectos del coronavirus son grandes para el sector de las estaciones de esquí. Según los datos de Atudem (Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña de España) en la última temporada invernal marcada por la incertidumbre y las dificultades para moverse el número de visitantes a las estaciones de esquí descendió un 15%. Pero, en la actual campaña el mercado inmobiliario demuestra que el esquí está emergiendo.

“Si bien es cierto que, durante los meses de confinamiento estricto en el 2020 si se notó un impacto negativo en el mercado inmobiliario en zonas como Huesca, Granada o Lérida, donde se ubican algunas de las principales estaciones invernales de España, tras este período, los precios de las viviendas y el ritmo de la actividad han ido mostrando señales de recuperación. De hecho, en el tercer y cuarto trimestre del año, estas zonas registraron crecimientos importantes en el número de transacciones de compraventa con respecto al segundo trimestre, marcado por el confinamiento”, destacan desde el Instituto de Valoraciones, en un informe en el que analizan las estaciones en las provincias de Granada, Huesca y Lérida. 

El mercado inmobiliario en las zonas de esquí analizadas ha experimentado, desde el inicio de la crisis sanitaria del Covid-19, un comportamiento similar al del conjunto nacional excepto en los últimos meses en los que las variaciones en tasa interanual en las provincias de Granada y Huesca han sido más acusadas, indican los expertos. De este modo, se señala que “estas dos provincias cerraron el año con un ajuste de precios casi nulo, que se ha visto agudizado en los últimos meses alcanzando niveles negativos promedio en tasa interanual de en torno al 2% y precios por metro cuadrado promedio en torno a 1.300 euros”.

“Esto demuestra que el interés en estas ubicaciones sigue vigente entre el público que busca viviendas en enclaves naturales y cercanos a zonas de ocio al aire libre. Además, en estas zonas, la vivienda se posiciona como un valor refugio por su cercanía a instalaciones deportivas, sus opciones de turismo o su ubicación en entornos tranquilos donde pasar el tiempo libre o incluso el día a día gracias al teletrabajo, algo que aumenta sus posibilidades de rentabilidad”, señalan desde Instituto de Valoraciones, al mismo tiempo que apuntan que el peso de las inversiones extranjeras en Sierra Nevada sigue siendo muy alto.

Antes de la pandemia, había proyectos en ciernes para construir vivienda nueva en Sierra Nevada, promociones que siguen activas y que señalan la alta demanda que hay por acudir a practicar deportes blancos en la montaña granadina. Un interés que no decrece.