Vicky Martín Berrocal. Diseñadora

"Cada momento del desfile lo comparo con el parto de mi hija"

  • Desde hace tres años ya, el de Vicky Martín Berrocal es, además del pase con el que se abre Simof, uno de sus desfiles más esperados. Este año, coincidiendo con el mes justo del fallecimiento de su padre, propone ‘Vivir’, según sus palabras, su mejor colección.

Vicky Martín Berrocal es, sobre todo y por encima de todas las cosas, pasión. Pasión por su familia, por su hija, por sus amigos y por cada uno de los proyectos en los que se implica. Consolidada como creadora de trajes y complementos de flamenca –que, a pesar de los rumores que afirman lo contrario, la sevillana reivindica como obras única y exclusivamente de ella–, regresa hoy al Salón Internacional de la Moda Flamenca con una línea rompedora para cuya presentación congregará a rostros tan populares como los de Boris Izaguirre, Marta Sánchez o Nuria March. Un homenaje a su padre fallecido, José Luis Martín Berrocal, del que él, con toda seguridad, se hubiera sentido más que orgulloso.

–¿Podría resumirnos la filosofía bajo la que ha realizado esta nueva propuesta?

–Vivir es una colección muy como soy yo. Es una apuesta muy flamenca, muy elaborada y me parece que muy elegante. Hace tres meses me volví a Sevilla para estar pendiente del día a día. Tengo el apoyo de la gente y de la crítica aunque he querido aprender porque, cada año, me sorprendo más a mí misma. Ahora creo que he madurado bastante.

–¿Se ha planteado en algún momento, por todo lo personal que le ha pasado, en suspender?

–No. A mi padre no le habría gustado eso. Le encantaba lo que hago y me animaba mucho. La vida continúa y todos tenemos que seguir. Él me acompañaba en el taller, ha cuidado de mi niña durante las últimas semanas… Eso sí, me gustaría aclarar que empecé a idear mis modelos el pasado uno de septiembre y que todo estaba decidido desde hace mucho. “Vivir” es un don muy importante y por eso tengo que estar ahí. Por mi padre y por mi equipo también, donde todos se emocionan a una.

–Su primera aventura sobre la pasarela la dedicó a su hija Alba, la segunda, Sus lunares, a su madre y, ésta, ya lo acaba de comentar… Está claro que el diseño es más que una profesión para usted, ¿verdad?

–Claro. Me preocupa pensar que esto dejara de apasionarme porque, si llegara ese día, lo dejaría. Boris (Izaguirre) dice que soy la mujer más pasional que ha conocido. No es un capricho ni algo por competir o por ser más que otros. Cada momento del desfile lo comparo con el parto de mi hija.

–¿Y cuando termina el pase? ¿Qué sensaciones le asaltan?

–Una vez que ha salido, es pasado. Lo disfruto como mucho al día siguiente, cuando leo las críticas o me felicitan por la calle pero el viernes empezaré a buscar cosas nuevas…

–Entonces, sus miras van más allá de la moda flamenca, ¿no?

–Sí. Mi idea es ampliar esto. He conseguido cosas que no esperaba como que Annie Leibovitz fotografiara un traje mío para la edición americana de Vogue. O que revistas en las que este sector no tenían cabida, se preocuparan por el Sur. O que Anne Igartiburu diera las pasadas campanadas de fin de año con una prenda salida de mi taller… No dejo las cosas a medias, con lo que deseo sacar esto en algún sitio donde se vea. Sé que es un reto difícil pero no me pienso rendir.

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