Sociedad

'Chewing Mask', el chicle que desactiva el covid en la boca

Este chicle consigue detener la trasmisión de virus lípidos en la boca

Este chicle consigue detener la trasmisión de virus lípidos en la boca / Chewing Mask

A partir del mes de febrero se encontrará disponible en las Islas Canarias un producto más que curioso. Con el nombre de Chewing mask se comenzará a comercializar el primer chicle que puede frenar la transmisión del virus del coronavirus. Este producto se podría llegar a unir a otro tipo de medidas preventivas ante el contagio como la mascarilla o el uso del gel hidroalcohólico.

Su origen se encuentra íntimamente ligado a la llegada de la pandemia del coronavirus a principio del año 2020 y llega de mano de la incubadora Ideas Agitadas, con sede en Barcelona. 

Inactiva entre el 75 y el 99 % de los virus

La idea nace de los fundadores de la empresa, José Antonio González-Cuevas y Curro Espinós, con el propósito de encontrar algún ingrediente que neutralizará el virus SARS-CoV-2 dentro de la boca. Para su desarrollo han contado con Marcos Isamat, doctor en Inmunología Molecular por la Universidad de Cambridge, y ha contado con 18 meses de investigación y distintas pruebas en laboratorios de España, Gran Bretaña y Alemania. 

Mediante dicha investigación este nuevo chicle consigue neutralizar entre el 75 y el 99 % de los virus de capa lipídica, categoría a la que pertenecen entre otros el Covid-19 o la gripe. Entre la formulación de este producto se encuentra una mezcla de hasta tres ácidos naturales que consiguen disminuir el Ph, destruyendo los lípidos e inactivando el virus en la boca. Al mascar este producto en torno a las 4 veces diarias se consigue bloquear la entrada del virus. Marcos Isamat ha asegurado que "no es solo un chicle anticovid", dado que también neutraliza otro tipo de virus.

De manera inicial, la empresa comercializará con una cifra cercana a los 1,5 millones de chicles Chewing Mask tanto en tiendas como en supermercados canarios. El producto cuenta con sabor a menta y podrá adquirirse a un módico precio de dos euros. La empresa ya se encuentra trabajando para que pueda llegar a comercializarse en el resto del país español y conseguir también exportarlo a otros países. 

Para comprobar la efectividad de este elemento se han desarrollado diversas pruebas en un laboratorio de la ciudad de Berlín, en el cual se “probó la virucidad in vitro del producto y también lo ha validado la Universidad Autónoma de Barcelona en repetidas ocasiones”, según confirma José Antonio González-Cuevas. Además, las pruebas pueden “garantizar la inocuidad del compuesto tanto en las mucosas humanas como en términos de erosión dental”.

No obstante, sus fundadores también advierten que han descartado la idea de comenzar a comercializar este chicle como medicamento, debido a los dilatados pasos para su aprobación. Aún así, sus creadores comentan que es una medida preventiva de calidad contra el virus, aunque en ningún caso sustituirá a los protocolos de seguridad.

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