Tribunales

Condenan a tres años y medio de cárcel al disidente chino Hu Jia

  • Hu Jia, conocido activista de derechos humanos y nominado al premio Sajarov del Parlamento Europeo, está acusado de subversión.

El disidente chino Hu Jia, conocido activista de derechos humanos que el año pasado estuvo nominado al premio Sajarov del Parlamento Europeo, fue hoy condenado a tres años y medio por "subversión", confirmaron sus abogados.

"No es el resultado que deseábamos, ni el ideal, pero tampoco algo inesperado, teniendo en cuenta casos similares anteriores", destacó Li Jingsong, uno de los defensores de Hu, al confirmar la sentencia, dictada por un tribunal de Pekín.

Li Fangping, otro de los abogados de Hu, señaló que el disidente tiene 10 días para apelar la sentencia, aunque su defendido todavía no ha decidido si lo hará.

El primero de los letrados destacó, al conocerse la sentencia, que su defendido es "un hombre sencillo y bondadoso que ha llegado a un nivel en el que ama a todos, incluidos sus enemigos, y perdonará a las personas que le han perjudicado".

"También asume errores y responsabilidades", destacó Li, pese a que Hu, durante el proceso, se declaró inocente de los delitos de subversión.

El letrado también destacó el discurso que Hu pronunció ante los jueces en los días previos a que se conociera la sentencia, defendiendo su causa: "Cualquiera que lo haya escuchado va a conmoverse", afirmó.

Hu, junto con su esposa, Zeng Jinyan (24 años), otra conocida activista, se ha convirtió en los últimos años en una de las voces más críticas contra Pekín, y uno de los más abiertos a hacer declaraciones a los medios de comunicación extranjeros.

Varias de las entrevistas que concedió a esos medios fueron usadas por la acusación para pedir la condena por "incitación a la subversión contra el Estado", un delito que con frecuencia es aplicado a disidentes y presos de conciencia en China.

Hu y Zeng permanecieron en arresto domiciliario gran parte del 2007, y en diciembre el marido fue detenido, pocos días después de que ambos fueran padres de un bebé.

El arresto domiciliario no ha impedido al activista escribir casi a diario informaciones para la prensa en las que hablaba del acoso al que eran sometidos y denunciaba otros casos de persecución a compañeros activistas que remitía a diversos medios.

La vigilancia policial comenzó poco después de que la pareja llevara a cabo una visita a Hong Kong y cuando ambos intentaban viajar a Europa para presentar un documental de denuncia titulado "Prisioneros en la Ciudad Libertad".

Su esposa, mientras, contaba las experiencias del arresto y la persecución en un conocido blog, censurado en China y que le valió ser nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo en el 2006 por la revista estadounidense "Time".

Hu es enfermo crónico de hepatitis y durante toda su vida sufrió discriminación por ello, lo que le llevó a comenzar su activismo en defensa de gente con su enfermedad y también portadores del VIH y enfermos de sida.

En el 2006, durante 41 días, estuvo en paradero desconocido, detenido por las autoridades en un sótano.

Es además un aglutinador de disidentes: siempre ha procurado celebrar en su casa reuniones con abogados, activistas y otras personas que, por unas razones u otras, están en contra del actual régimen comunista chino, con el fin de crear un frente común contra Pekín.

Ese descontento le llevó a Hu a escribir junto con el abogado Teng Biao un artículo bajo el título de "Los Juegos Olímpicos y la China real", en el que documentaron numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas por las autoridades en el país asiático y pidieron a la comunidad internacional que presionara a Pekín con motivo de la celebración de la gran cita deportiva.

Ese artículo fue otro de los detonantes de la detención de Hu, y también la de Teng, el pasado mes de marzo.

Hu y su esposa Zeng fueron premiados en diciembre del 2007 por Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización que junto con otras, como Amnistía Internacional (AI), ha pedido repetidamente su inmediata liberación.

RSF usó la persecución a Hu Jia como uno de sus principales argumentos para pedir el boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín, y AI mencionó expresamente este caso en su informe sobre los derechos humanos en China publicado ayer, miércoles.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios