Sociedad

El Gobierno asume que debe cambiar su proyecto de reforma del aborto

  • Justicia asegura que "la esencia" de la ley se mantendrá invariable durante su tramitación parlamentaria. Núñez Feijóo insiste en apelar al consenso de la reforma socialista de 1985.

El Ministerio de Justicia mantendrá la ley del aborto sin cambios sustanciales durante su tramitación parlamentaria, ya que se mantendrá en esencia el proyecto aprobado por el Gobierno, informaron ayer fuentes del departamento a Efe.

"La esencia de la ley no se modificará, aunque, como todo anteproyecto, será mejorable en su tramitación", explicaron las fuentes en relación con las críticas suscitadas en el PP sobre el anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros.

El departamento que dirige el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, tiene previsto remitir el proyecto hoy a las comunidades autónomas con competencias en materia de sanidad, que son todas salvo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En este trámite, las comunidades podrán hacer sus aportaciones a la ley, como también harán los colegios de médicos, enfermeras y asociaciones relacionadas con la discapacidad, además de los informes preceptivos del Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Fiscal y el Consejo de Estado.

Las fuentes citadas reiteraron que todos los proyectos se enriquecen y que sobre el anteproyecto presentado habrá algunas modificaciones para mejorarlo, aunque el Gobierno será firme en los criterios esenciales.

El anteproyecto de ley del aborto, que modificará la ley de plazos todavía en vigor por otra que exigirá el informe de dos médicos para abortar en caso de riesgo para la salud de la madre, ha suscitado debate social e interno en el PP. El Comité Ejecutivo Nacional estudió este asunto en su reunión del miércoles bajo la presidencia del líder del partido, Mariano Rajoy, tras las fisuras internas que parece haber suscitado.

La reforma había provocado críticas del presidente extremeño, José Antonio Monago, del presidente del PP guipuzcoano, Borja Semper, o de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.

Pese a que Rajoy pidió a los barones silencio y que no aireen sus diferencias en público, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvió a apelar ayer al "consenso" que, a su entender, existía en torno a la ley de interrupción del embarazo aprobada por los socialistas en 1985 para sugerir que la reforma que ahora proyecta el Gobierno central debería caminar en el mismo sentido y tendría que "concretar" el supuesto de malformación del feto de forma "similar". "Creo que sería necesario concretar con mayor exactitud el alcance y contenido de ese supuesto (el de malformación), similar a 1985. Estoy convencido de que es un punto sobre el que vale la pena reflexionar", sentenció el líder del PP gallego.

Núñez Feijóo ratificó ayer que trasladará su opinión al titular de la cartera de Justicia, aunque no considera "que sea necesaria una reunión" para tal fin.

Otro de los barones críticos con la reforma de la ley del aborto, el presidente extremeño, tampoco tiene previsto pedir una reunión al ministro de Justicia para trasladarle sus discrepancias con el proyecto.

El alcalde de La Coruña y presidente del PP provincial, Carlos Negreira, afirmó ayer que el anteproyecto "es mejorable" y que se deben "dar algunos pasos" para que "coincida con lo que es una sociedad del siglo XXI".

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