Sociedad

La Guardia Civil ha intervenido en un 50% más de incendios que en 2014

  • El número de fuegos es menor respecto al año pasado El Seprona mantiene la máxima alerta por las altas temperaturas Las llamas han destruido más de 50.000 hectáreas forestales

La Guardia Civil ha intervenido en un 50% más de incendios este año que en 2014 debido a la máxima alerta por las condiciones meteorológicas extremas de julio, y augura un negro escenario para lo que resta de verano. Desde el arranque del operativo contra incendios forestales el 1 de junio hasta ayer, el Instituto Armado ha participado en 1.023 actuaciones frente a las 682 en el mismo periodo del año anterior, según el capitán Salvador Ortega, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).

Los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente arrojan "lo contrario, pero no quiere decir que sus cifras sean incorrectas sino que nuestros agentes están mucho más prealertados porque la situación es más grave que en 2014". En consecuencia, las patrullas acuden prácticamente a todos los sucesos que pueden y consecuentemente aumenta mucho el número total de actuaciones, subraya el capitán Ortega. La razón estriba en que la situación meteorológica de este verano ha propiciado una extrema sequedad de la vegetación.

Actualmente hay cierto temor por lo que pudiera ocurrir, pues "queda mucho verano por delante": si viene más calor persistente y entra en juego el noroeste pueden venirse abajo las buenas estadísticas de ejercicios recientes. "No hay que bajar la guardia en absoluto", añade Ortega, también ingeniero de montes. En los siete primeros meses de 2013, el número de hectáreas forestales quemadas no alcanzó las 24.000 y en el mismo periodo de 2014 se calcinaron 39.000, frente a las más de 50.000 de 2015.

Solamente durante este último fin de semana -cálculos todavía provisionales-, se han perdido 7.000 hectáreas forestales. En este contexto, el capitán del Seprona recuerda que el número total de incendios registrados en lo que va de 2015 se sitúa en 2.100 frente a los más de 3.300 de media de la última década. Por lo tanto, el problema no es tanto la cantidad de incendios sino la gravedad individual debido a las condiciones meteorológicas.

El incendio de la Sierra de Gata, ya bajo control, ha sido uno de los más dañinos del verano. Según la asociación SEO/Birdlife, las llamas afectan "gravemente" a especies amenazadas y espacios protegidos que se encuentran en la zona. Una zona que, además, es de interés ornitológico y calificada como Área Importante para la Conservación y la Biodiversidad. Se han visto destruidas o muy dañadas relevantes zonas de vegetación formadas por robledales, encinares, madroñales, bosques de ribera y castañares centenarios, así como poblaciones de un gran número de especies de flora endémica y amenazada, propias de la zona más occidental del Sistema Central español.

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