Crisis energética

Johnson busca en el golfo un alivio a la crisis energética sin resultados claros

  • La visita de Johnson a Arabia Saudí se vio eclipsada además por el anuncio la liberación por Teherán de dos ciudadanos británicos que llevaban varios años detenidos en Irán.

Johnson durante su visita a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos

Johnson durante su visita a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos

El primer ministro británico, Boris Johnson visitó este miércoles Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y se reunió con sus respectivos líderes en un intento de lograr un aumento de la producción mundial de petróleo que modere su precio y buscar alternativas al crudo ruso, con resultados poco claros.

No ha habido por el momento declaraciones de ninguno de los tres dirigentes y los escuetos comunicados oficiales no han dejado entrever ningún compromiso a favor de un aumento de la producción de crudo en las dos potencias petroleras árabes, algo que persiguen el Reino Unido y sus socios occidentales desde hace meses.

"Discutieron las relaciones de amistad y cooperación entre los dos países en varios campos y las oportunidades para desarrollarlas, además de revisar temas regionales e internacionales de interés común (...), incluida la evolución en Ucrania", se limitó a decir Riad en una nota difundida por la agencia oficial de noticias saudí, SPA.

No hizo mención al tema del petróleo, aunque sí indicó que hubo una reunión de un Consejo de Asociación Estratégica Saudí-Británico, entre la delegación del Reino Unido y varios representantes saudíes, incluido el ministro de Energía.

La visita de Johnson a Arabia Saudí se vio eclipsada además por el anuncio la liberación por Teherán de dos ciudadanos británicos que llevaban varios años detenidos en Irán.

Esto hizo sobrevolar sobre el encuentro entre ambos líderes otro de los temas que empañan las relaciones entre Riad y Occidente, la posibilidad de llegar a un acuerdo nuclear con el país persa, el archienemigo regional chií de la mayoritariamente suní Arabia Saudí.

En el caso de la reunión, horas antes, entre Johnson y el príncipe heredero de Abu Dabi y gobernante de facto de Emiratos, Mohamed Bin Zayed, un portavoz del primer ministro británico dijo en un comunicado que ambos habían discutido "oportunidades para aumentar la colaboración entre el Reino Unidos y EAU en seguridad energética, tecnología verde y comercio".

Por su parte, Emiratos se limitó a indicar en un comunicado difundido por su agencia oficial de noticias, WAM, que ambos líderes "discutieron sobre la estabilidad de los mercados energéticos globales".

El primer ministro británico sí logró llevarse de su visita a Arabia Saudí una inversión de 1.000 millones de libras esterlinas (uno 1.190 millones de euros) de la empresa de ingeniería energética Alfanar para producir combustible sostenible para aviones en el Reino Unido.

Por otra parte, este viaje a Riad ha estado envuelto en polémica por tratarse del segundo líder occidental (tras el presidente francés, Emanuel Macrón, en diciembre) que se reúne con Bin Salman, convertido en un paria internacional tras ser implicado por la ONU y Estados Unidos en el asesinato y descuartizamiento del periodista saudí Jamal Khashoggi en 2018 en Estambul.

Además, el pasado sábado, las autoridades saudíes llevaron a cabo la ejecución de 81 reos en un solo día, lo que le valió la condena de las organizaciones de derechos humanos, y este mismo miércoles, poco antes de la llegada del primer ministro, anunciaron que habían ejecutado a otros tres.

"Nos enfrentamos a una nueva realidad, que tenemos que enfrentar juntos con nuestros aliados" y Arabia Saudí y EAU "son socios clave en garantizar la seguridad regional y estabilizar los mercados energéticos globales tras la brutal, ilegal y sin precedentes invasión rusa de Ucrania", dijo Johnson en un mensaje en su cuenta de Twitter al inicio de la gira.

Según un comunicado de Downing Street explicando los motivos de la visita, el dirigente británico, "además de potenciales medidas adicionales para incrementar la producción de petróleo", está "enfocado en diversificar el suministro de energía al Reino Unido".

El precio internacional del petróleo lleva meses en aumento y, aunque en los últimos días ha dado un respiro, la imposición de sanciones al crudo de Rusia por su invasión de Ucrania hace temer nuevos picos en su cotización.

El Gobierno del Reino Unido anunció la pasada semana que vetará las importaciones de petróleo ruso a finales de año y se ha dado un plazo de nueve meses para buscar fuentes alternativas que suplan ese crudo, que representa el 8 % de la demanda del país.

Varios de los principales países exportadores, reunidos en la denominada OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, llevan desde agosto aplicando ligeros aumentos del bombeo a razón de 400.000 barriles extra al mes en total.

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