Sociedad

Productos de origen andaluz siguen en venta

Poco después de recibir la orden ministerial de retirar todos los productos sospechosos de estar contaminados (el fax de Sanidad se recibió a las siete y media de la tarde en un comercio de Sevilla) el responsable de una gran superficie se dirigió ayer, junto a un ayudante, hacia la galería de alimentación del supermercado. Medio centenar de botellas de aceite de girasol de distintas marcas desaparecieron de la vista de los consumidores que ayer se encontraban en la gran superficie.

Los productos que ya han sido retirados serán trasladados al proveedor de cada comercio y no volverán al mercado hasta que el Ministerio de Sanidad dé un nuevo aviso, una vez que culmine la investigación abierta.

Los responsables del comercio retiraron determinadas marcas susceptibles de estar involucradas en la partida procedente de Ucrania. Pero no se retiraron todas las botellas del aceite amarillo. Lo cierto es que en el proceso de sacar este alimento de la venta, la mayoría de las botellas de girasol permanecen ocupando los estantes.

En el dorso de todos estos productos que siguen a la venta hay una coincidencia en cada etiqueta: todas son marcas de aceite de girasol de origen andaluz. Probablemente se trata de empresas agroalimentarias que producen y comercializan el producto en Andalucía, sin importar ninguna partida del exterior y por lo tanto sus aceites no corren el riesgo de la contaminación. Ésta es la hipótesis que ayer sostenían dos señoras mientras realizaban su compra y comprobaron la medida de Sanidad en el supermercado.

Aunque estos productos andaluces permanezcan a la venta, el Ministerio de Sanidad recomendó ayer a todas las personas que dejen de consumir cualquier tipo de aceite de girasol, sin detallar cuáles son las marcas afectadas.

Entre los supermercados que ayer retiraron los productos se encuentra El Corte Inglés, firma que mantiene su marca blanca, ya que no ha empleado aceite de la partida sospechosa. El Corte Inglés explicó a Europa Press que los fabricantes de su marca blanca garantizan que no han utilizado la partida procedente de Ucrania.

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