PEDERASTIA EN europa El suceso viene a sumarse a una situación ya muy complicada en el clero belga

Resurge el espanto en Bélgica

  • La Policía encuentra fotografías y archivos sobre el pederasta Dutroux en el Arzobispado de Bruselas-Malinas

Nada hacía presagiar que Bélgica, un país semiparalizado por las vacaciones, volvería a rebobinar la película del horror diez años atrás: fotografías comprometedoras, incluidas varias de cadáveres de niñas violadas y asesinadas, salieron a la luz y rompieron la tranquilidad habitual del verano.

La noticia saltó en las agencias de prensa belga, las autoridades habían encontrado fotografías comprometedoras relativas al caso Dutroux, uno de los asesinos en serie más conocidos de Bélgica, que se han desempolvado de los archivos tras los recientes allanamientos del Arzobispado de Malinas-Bruselas en busca de pruebas de presuntos abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia católica belga.

"Ese tipo de documentos (con fotografías de víctimas) no deberían estar en poder de la Iglesia, sino exclusivamente de la Justicia", asegura el periódico flamenco Het Laatste Nieuws.

El primado de la Iglesia católica belga, Godfried Danneels, también se mostró sorprendido por el macabro hallazgo y dijo desconocer el motivo por el cual ese "expediente policial" se hallaba en manos de la Iglesia, ya de por sí golpeada en los últimos meses por la dimisión en abril pasado del obispo de Brujas, tras admitir su participación en abusos sexuales a menores.

El caso de Marc Dutroux (1956, Bruselas) saltó a la prensa a mediados de los años noventa por haber secuestrado, torturado y abusado sexualmente de seis niñas y adolescentes de edades entre los 8 y los 19 años, de las cuales cuatro fueron asesinadas, entre 1995 y 1996.

Varios errores judiciales en la investigación del caso Dutroux provocaron una ola de ira popular contra el sistema judicial belga por su presunta ineficacia.

Lo más grave es que las nuevas fotografías del expediente Dutroux, según la prensa flamenca, fueron encontradas en los archivos del arzobispado de Bruselas-Malinas, precisamente el epicentro de las investigaciones judiciales por casos de presuntos abusos sexuales.

Las fotos del horror muestran la exhumación de los cadáveres de las dos niñas, Julie y Melissa (ambas de ocho años) que Dutroux enterró en el jardín de su casa tras haberlas violado en repetidas ocasiones y dejado morir de inanición.

"No tenemos conocimiento de esos archivos ni tampoco sabemos por qué están en manos de la Iglesia. Estamos investigando", aseguró el portavoz de los obispos belgas, Eric de Beukelaer.

Desde que la comisión independiente presidida por el psiquiatra Peter Adriaenssens presentara la dimisión en bloque el 28 de junio, la tensión entre bastidores de la Iglesia Católica belga y entre las asociaciones de defensa de la víctimas de presuntos abusos sexuales por parte de sacerdotes está a flor de piel.

En ese sentido, desde la dimisión de la Comisión Adriaenssens, al sentirse desautorizada por la propia Justicia belga, han sido numerosos los casos de víctimas de abusos que han optado por dar a conocer sus identidades, hasta ahora protegidas.

Uno de ellos es Jan Hertogen, quien denunció que cuando cursaba estudios en una escuela religiosa de Flandes sufrió abusos sexuales por parte de miembros de esa institución, a los que no identificó.

Benedicto XVI calificó de "deplorable" el operativo policial realizado en la catedral de Malinas, al norte de Bruselas, en las investigaciones por casos de pederastia. Los agentes profanaron varias tumbas de obispos e introdujeron minicámaras en busca de documentos comprometedores.

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