A los conductores que reniegan de sacarse el carné de conducir pese a circular con sus vehículos por las carreteras se les acaba el chollo el jueves. Ese día entra en vigor la reforma penal que tipifica como delito el conducir sin el permiso correspondiente, lo que podría afectar a unos 60.000 conductores, según cálculos de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).

La reforma también recoge penas de prisión para aquellos que, pese a haber perdido los 12 puntos del carné sigan circulando.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, cree que dentro de seis meses será una excepción que alguien se ponga al volante sin haberse sacado el carné gracias al "efecto disuasorio" que tendrá la entrada en vigor de la reforma penal que lo considera un delito.

Y es que el 1 de mayo finaliza la moratoria concedida a esos conductores y entra en vigor el párrafo segundo del artículo 384 del Código Penal, el único precepto de la reforma de ese texto en materia de seguridad vial que "no estaba aún vivo" -explica Navarro-, ya que el resto es de aplicación desde el 2 de diciembre.

A estos conductores se les dieron cinco meses para que regularizaran su situación antes de comenzar a considerar delito lo que hasta ahora era sólo una infracción administrativa.

Conducir sin haber pasado por la autoescuela será castigado con entre tres y seis meses de prisión o con una multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de entre 31 y 90 días; las mismas penas que recibirán los que conduzcan aunque se les haya retirado cautelar o definitivamente el permiso por decisión judicial.