El género del True Crime está en su mejor momento. La plataforma de contenidos Netflix se ha convertido en una de sus máximos impulsoras, docuseries como la recién estrenada sobre el caso de Marta del Castillo se han convertido en tendencia en la aplicación, sirviendo incluso para aportar novedades a su investigación gracias a nueva información clave.

Además de este género, las producciones italianas han encontrado un target de gran relevancia en Netflix. Prueba de ello son sus dos últimos estrenos, la película Yara y la sería Guía astrológica para corazones rotos, las cuales se han colado entre las producciones más vistas de la plataforma de streaming.

Yara, la historia real del asesinato de una menor de 13 años

El nuevo true crime de la plataforma audiovisual llega en formato largometraje y se centra en la historia real del asesinato y posterior investigación de la adolescente italiana Yara Gambirasio, menor de 13 años que desapareció en el año 2010.

La película dirigida por el aclamado director italiano Marco Tulio Giordana, La mejor juventud, sigue tanto la desaparición de la niña de 13 años como su posterior asesinato, la cual abre la investigación por parte tanto de la policía como de la fiscal que se encargó del caso. En una de las investigaciones que más conmoción causó en Italia, el desarrollo tiene lugar desde los puntos de vista de los familiares, la fiscal y la población. 

Isabelle Ragonese se encarga de ponerse en el papel de la fiscal Letizia Ruggieri, profesional encargada en la vida real de encontrar al culpable. Yara desapareció el viernes 26 de noviembre de 2010 tras asistir a las instalaciones donde recibía clases de gimnasia rítmica. Asistía a la escuela de Maria Regina de la localidad de Brembate di Sopra, en Bérgamo y ese día no le tocaba acudir a sus clases extraescolares. Sin embargo, se prestó a dejarle a su profesor un reproductor de música. De regreso a su domicilio fue cuando la joven desapareció. 

Tres meses después un ciudadano encontró su cuerpo sin vida en un terreno muy alejado del lugar de desaparición y se encontraron heridas y evidencias de violencia. El cuerpo de la joven revelaba el sufrimiento que padeció antes de fallecer, con múltiples cortes en cuello, cabeza y espalda. Sin embargo, Yara falleció debido a una hipotermia. Según los investigadores, el principal móvil con el que se trabajó en todo momento era de tipo sexual, debido a las pruebas encontradas tanto en los pantalones como en la ropa interior de la menor; lo que justificaría también las heridas defensivas que presentaba Yara. 

¿Cómo se encontró al asesino?

Tras meses de búsqueda infructuosa, con la ayuda de voluntarios, familiares y amigos, la investigación se enfocó en las interceptaciones telefónicas de un ciudadano marroquí. El cerco sobre él resultó equivocado debido a una mala traducción por parte de la policía italiana. Tras la aparición del cuerpo de la menor y las muestras de ADN recogidas, fue absuelto totalmente del delito.

Un ciudadano aficionado a los aviones por control remoto encontró el 26 de febrero de 2011 el cuerpo sin vida de Yara. El hallazgo fue realizado en Chignolo d'Isolo. Con las muestras de ADN obtenidas en el cuerpo de Yara, la fiscal Ruggieri ordenó tomar muestras de casi 22.000 personas, en un dispositivo sin precedentes en el país italiano. La fiscal fue duramente criticada tanto por sus opositores como por parte de la opinión pública, pero a meses de que el caso se archivara perennemente se logró detener al culpable. 

Con las muestras obtenidas, un profesor universitario descubrió que hasta en 500 individuos se habría realizado de manera incorrecta la prueba de ADN. Tras volver a analizarlas se dió con la madre del sospechoso. Con esta premisa, se identificó a Massimo Giuseppe Bossetti, sin antecedentes penales y carpintero de 3 hijos y 43 años de edad. La película narra toda la investigación, detención y proceso judicial en una de las películas más estremecedoras del año.