Sociedad

El aeropuerto de Amsterdam recupera la normalidad tras el accidente

  • Nueve personas murieron al precipitarse contra el suelo un avión de Turkish Airlines

El aeropuerto de Amsterdam-Schiphol va recuperando poco a poco la normalidad, tras una jornada marcada por el accidente aéreo de un avión Boeing 737 de la compañía turca Turkish Airlines que causó nueve muertos y más de ochenta heridos. 

Fuentes aeroportuarias indicaron que el tráfico aéreo se ha reanudado en gran medida, aunque a lo largo del día se tuvieron que anular 18 vuelos y otros 35 fueron desviados a Rotterdam o Bruselas. 

Los trabajos del equipo de investigación se retomarán mañana en el lugar del siniestro porque es más efectivo llevarlos a cabo a plena luz del día, según el portavoz del Ministerio Fiscal, Bob Steensma. 

Los detalles sobre las víctimas se darán también a conocer en el transcurso de la jornada de mañana, según el alcalde de Haarlemmermeer, Theo Weterings, porque todavía se están contrastando datos de la lista de pasajeros con los de las personas que han sido ingresadas. 

El accidente se produjo a las 09.30, cuando el avión, en el que viajaban 135 personas (128 pasajeros y 7 miembros de la tripulación), realizaba la maniobra de aterrizaje. 

Según testigos, el aparato pareció planear en el aire y tras perder velocidad se precipitó de cabeza, partiéndose en tres, en un terreno dedicado a la agricultura contiguo a la pista. 

Pieter van Vollenhoven, presidente del Consejo de Investigaciones sobre Seguridad, declaró a la televisión holandesa NOS que probablemente los pilotos intentaron mantener el avión demasiado tiempo en el aire, por lo que, "al perder velocidad, se cayó literalmente del cielo". 

Los investigadores han recuperado una de las dos cajas negras del aparato, la que recoge datos técnicos del vuelo, añadió Van Vollenhoven. 

Un superviviente de la catástrofe, Mustapha Bahceciogli, agente de seguridad de los ferrocarriles holandeses, explicó a NOS que, "cuando cayó el avión, se creó un silencio de muerte, luego se oyeron gritos y las puertas de salida se abrieron". 

Bahceciogli asistió en primera instancia a otros pasajeros para que pudieran salir: "ayudé a mujeres y niños (...) En la parte de atrás había gente herida y atrapada entre metales que no pude ayudar". 

Los más de 80 heridos fueron trasladados a once hospitales del país, donde seis de ellos se encuentran en estado crítico, 25 tienen lesiones graves, 24 están heridos leves y en otros 31 casos todavía no se ha determinado la gravedad. 

Otros pasajeros, se calcula que unos sesenta, pudieron salir por su propio pie del avión tras el accidente, según testigos. 

Los familiares de las víctimas fueron trasladados desde Turquía en dos vuelos de la misma compañía del avión siniestrado y gran parte de ellos, al igual que allegados residentes en Holanda, fueron acogidos en un pabellón de deportes de una localidad cercana al aeropuerto. 

El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, y la secretaria de Estado de Justicia, Nebahat Albayrak, de origen turco, visitaron a las víctimas en el hospital de la localidad de Hoofdorp (cercana al aeropuerto) en el curso de la tarde. 

Albayrak declaró a la salida que estaba impresionada tras hablar con los afectados, a los que "se les veía el miedo en los ojos". 

Holanda vivió su peor accidente aéreo en octubre de 1992, cuando un Boeing 747 de carga de la compañía israelí El-Al se estrelló poco después de despegar de Schiphol, en las cercanías de Amsterdam, contra dos edificios de Bijlmermeer, un barrio periférico. 

En el accidente murieron, además de los cuatro ocupantes del avión, otras 90 personas que habitaban en los bloques de viviendas siniestrados, la mayoría inmigrantes. 

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