Sociedad

El cardenal Amigo desea un renovador moderado que corrija errores

  • Apuesta por el cambio, pero con medida: "La Iglesia no se reinventa en cada pontificado".

Es muy posible que la de ayer fuera la última oportunidad de escuchar al cardenal Carlos Amigo Vallejo, antes de que mañana se encierre en Cónclave junto a otros 114 purpurados para elegir al nuevo Papa de la Iglesia católica, lo que seguramente implica oírle de su propia boca las líneas maestras que han podido acordar los cardenales durante las reuniones y debates internos de las congregaciones generales, y que él resume de esta manera: "La Iglesia no está en retirada y tiene deseos de renovación". Aclara, no obstante, de inmediato, que esta renovación tiene que ser moderada "la Iglesia no se reinventa en cada pontificado".

Acudimos a su encuentro muy temprano, recién comenzada la mañana, en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Monserrat, en Roma, donde Amigo Vallejo ofició la misa de domingo tradicional Pro Eligendo Pontifice, donde se pide a los feligreses que recen para que los cardenales elijan al mejor Papa.

Oyéndole, queda claro que no revela ningún argumento sujeto al secreto vaticano, pero sí nos ofrece la postura que tiene pensado defender en el interior de la Capilla Sixtina, que, se presupone, coincide con el pensamiento de un sector importante del Colegio Cardenalicio.

Mientras desgrana su homilía entre una congregación formada por españoles, continua ofreciendo pistas que aportan interpretaciones dirigidas a la elección de un Papa capaz de acabar con las luchas internas que en estos momentos asuela a la Iglesia, pero sin que ello implique un cambio revolucionario. Sin cambios drásticos, antes al contrario, apostar por la firmeza, pero con moderación: "La Iglesia no debe repetir los errores en los que ha caído muchas veces, pero tampoco exagerarlos y estar todo el tiempo apiadándose de sí misma", proclama desde el altar presidido por una Crucifixión del siglo XVI, obra del maestro Siciolante da Sermoneta.

Acabada la misa, Amigo Vallejo acepta una breve conversación con los pocos periodistas que nos hemos decantado por acudir a su misa. Buena parte de los más de 5.000 informadores acreditados para este Cónclave han preferido asistir al oficio que a la misma hora, pero en la parroquia de Sant Andrea al Quirinale, celebra el cardenal estrella en estos momentos, el brasileño, Odilo Schreder, al que las quinielas vaticanistas señalan como el favorito para convertirse en el sucesor de Benedicto XVI.

Escuchamos lo que nos comenta y sus palabras no hacen sino acrecentar aún más las apuestas por un candidato como el mencionado Odilo Schreder. "El Papa no es un maravilloso tecnócrata, es un pastor", dice. Y respecto de su nacionalidad (el otro gran favorito en estos momentos es el italiano Angelo Scola), Amigo Vallejo parece decantarse por un candidato de fuera de Italia. "Da igual de donde provenga el próximo papa, ya que Dios entiende todos los idiomas y conoce todos los colores de las caras".

Odilo Schreder es joven (63 años), y por tanto, con el suficiente vigor como para afrontar los actuales escándalos de la Iglesia, pero de perfil moderado (los sectores más progresistas le critican, precisamente, esta circunstancia), no es europeo (aunque de ascendencia alemana), y representa a la diócesis con más católicos del mundo, la de Sao Paulo.

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