La piel que recubre nuestro cuerpo, también denominada cutis o sistema tegumentario, es uno de los órganos más importantes para nuestra salud y constituye entre el 5 y el 10% de nuestro peso total. Cuidar propiamente la piel no solo nos hace visualmente más atractivos e incluso más suaves al tacto, sino que también es de importancia vital para el funcionamiento propio de nuestro organismo y la prevención de problemas sanitarios graves.

Para poder cuidarla en condiciones, es imprescindible recopilar toda la información que podamos para conocer su funcionamiento y actuar en consecuencia, evitando situaciones que puedan provocarnos afecciones cutáneas, que engloban desde simples quemaduras por estar al sol durante más tiempo del recomendado hasta el desarrollo de células cancerígenas y otros problemas mucho más graves.

Algunos de los datos clave sobre nuestra piel son desconocidos para muchos, y por ello hoy veremos diez hechos al respecto que te interesará saber para mantener tu piel segura y cuidada, especialmente de cara a la temporada veraniega que se viene, época que conlleva muchos riesgos para este importante órgano. Dentro de lista también incluiremos varias curiosidades interesantes sobre este importante órgano.

El color de nuestra piel no depende de los melanocitos

Los melanocitos, células dendríticas presentes en nuestra epidermis, son para muchos lo que determina que la piel humana presente diferentes niveles de pigmentación. Sin embargo, en realidad la variedad en el color de la piel no se debe a dichas células, sino al tipo de melanina que presente y el tamaño y distribución de los melanosomas (donde se encuentra la melanina).

El origen de nuestra piel es el mismo que el del sistema nervioso central

En todo el periodo embrionario, en el cual se forma nuestro organismo, el sistema nervioso central y la piel se originan en la misma capa, conocida como ectodermo. Esto nos ayuda a encontrar explicaciones al hecho de que ciertas afecciones y patologías que en teoría no repercuten directamente en nuestra piel terminan derivando en síntomas cutáneos.

En nuestra piel viven alrededor de 182 bacterias

Aunque en la piel humana como conjunto existen más de 1000 especies de bacteria, solo en la capa exterior de este órgano viven alrededor de 182, de acuerdo con diversos estudios encabezados por expertos sanitarios especializados en el estudio de la piel.

La piel humana de tonalidad clara existe desde hace relativamente poco

Este tipo de pigmentación presente en la piel humana más clara surgió hace alrededor de 20.000 o 50.000 años, cuando los primeros humanos comenzaron a migrar a lugares en los que se daban climas más fríos, provocando así una reducción en la cantidad de melanina presente en sus organismos.

Existen zonas de la piel que no sudan

Las glándulas sudoríparas funcionan con el fin de mantener el cuerpo humano en una temperatura adecuada cuando la temperatura del entorno se eleva. Ahora bien, existen varias partes de la piel donde no se genera el sudor, como los márgenes de los labios o la piel bajo las uñas.

La finalidad de las huellas dactilares

Estas formas que vemos en la yema de nuestros dedos tienen la finalidad de aumentar la fricción y ayudar al agarre de objetos, función también presente en las huellas dactilares de los monos que les ayudan a balancearse mejor entre ramas.

Las uñas crecen más en climas cálidos

Esto se debe a que la temperatura exterior más elevada provoca una vasodilatación en los vasos de la matriz de cada uña, favoreciendo su crecimiento, que en su lugar es más controlado en climas más fríos. También, las uñas de las manos crecen entre 3 y 4 veces más rápido que las de los pies.

La piel de tonalidad más clara tiende más a la aparición de arrugas

Esto se debe a que las pieles de tonalidad más oscura contienen mayores niveles de colágeno y elastina, componentes fundamentales en el mantenimiento de la elasticidad de la dermis.

La piel no cicatriza igual en todas las partes del cuerpo

Diferentes zonas de nuestra piel, como el escote, los hombros o las orejas, tienden al surgimiento de afecciones cutáneas más visibles y severas que las presentes en otras. Por otra parte, zonas más vascularizadas como la cara cicatrizan más rápido.

La piel se encuentra en búsqueda activa de amenazas las 24 horas del día

El sistema inmunológico cutáneo se encuentra en constante funcionamiento para buscar amenazas o elementos anómalos para buscar eliminarlos, como si de un sistema de vigilancia se tratara.