Coronavirus

Así funciona CoronaVac, la vacuna china de Sinovac que ya estudia la EMA

La vacuna china de Sinovac cuenta con más del 50 % de eficacia

La vacuna china de Sinovac cuenta con más del 50 % de eficacia / EFE

CoronaVac es la nueva vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la empresa procedente de China, Sinovac. En principio, y según investigaciones originarias de Brasil, la vacuna china contaría con una eficacia en torno al 50 por ciento. Esta protección cumple con el estándar necesario para que una vacuna contra el coronavirus pueda ser autorizada por los correspondientes organismos reguladores.

The New York Times ha recogido las principales características de esta nueva vacuna en un extenso artículo. 

Creada con el propio coronavirus

Para la creación de la vacuna CoronaVac, los investigadores de la empresa privada tuvieron que conseguir muestras del COVID-19 de pacientes de España, China, Gran Bretaña, Suiza e Italia. Aunque finalmente fue la muestra procedente de China la que ha sido utilizada para crear CoronaVac.

Esta vacuna consiste en un procedimiento mediante el cual nuestro sistema inmunitario aprende a fabricar anticuerpos contra el COVID-19. Estos anticuerpos se adhieren a las proteínas consideradas virales, como las que tachonan su superficie, las conocidas como proteínas de espiga.

Fabricación de anticuerpos

Los linfocitos B son células inmunitarias que tienen proteínas de superficie, las cuales cuentan con una gran diversidad de formas. Algunas de estas estructuras podrían tener la forma correcta para que el  SARS-CoV-2 se quede enganchado. De esta forma, si un linfocito B se aferra al coronavirus arrastraría una parte o todo el virus al exterior. Un linfocito T colaborador activado también puede aferrarse al mismo fragmento, así se consiguen la proliferación de anticuerpos con la misma forma que las proteínas de superficie. 

Eliminación del virus

Durante las investigaciones se cultivaron reservas del  SARS-CoV-2 en células de riñón de mono para, más tarde, terminar rociando al propio virus con beta-propiolactona, una sustancia química. Como consecuencia, el compuesto al unirse a los genes desactivó el virus y estos ya no podían duplicarse ni extenderse. El problema se encontraba en que las proteínas, incluso las de espiga, permanecieron inmunes a este compuesto químico.

Por ello, el siguiente paso fue extraer los virus inactivados para mezclarlos con un compuesto de base de aluminio conocido como adyuvante. Este compuesto sirve de estimulante para el sistema inmunitario para conseguir su respuesta. 

Conseguir una respuesta inmune

El coronavirus contenido en la CoronaVac está totalmente inactivo, por lo que su suministro no nos causará COVID-19. Estos virus inactivos, una vez en nuestro cuerpo, serán engullidos por la célula presentadora de antígenos, un tipo de célula inmunitaria. Esta célula parte el coronavirus, consiguiendo que algunos de sus fragmentos sean mostrados en su superficie. Es aquí cuando el linfocito T detecta el fragmento correspondiente y encajar en su superficie. Esta adhesión provocará que el linfocito T se active y reclute más células inmunitarias. 

Tras la vacunación con CoronoVac, nuestro sistema inmunitario podrá responder de manera autónoma a una infección con SARS-CoV-2. Los virus serán combatidos mediante la adhesión a los invasores de los anticuerpos creados por los linfocitos B.

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