una historia de hollywood La pareja de ancianos guardaba en su casa 800.000 dólares en efectivo

El gángster más buscado de EEUU era un irascible abuelo en California

  • James Bulger, a quien el que el FBI llevaba 16 años buscando, escondía un arsenal de hasta 30 armas en la casa donde vivía con su esposa cerca de la playa de Santa Mónica

Uno de los diez criminales más buscados en EEUU, James Bulger, apodado Whitey (blanquito) por el color de su pelo, que inspiró la trama mafiosa de Martin Scorsese Infiltrados, llevaba 16 años prófugo de la Justicia, viviendo como un abuelo cascarrabias a sólo unos pasos de la playa en Santa Mónica. Bulger, de 81 años, se fugó de Boston en 1994 cuando la Policía federal estaba a punto de arrestarlo por su relación con al menos 19 asesinatos, tráfico de sustancias ilegales y otros delitos cometidos entre 1970 y mediados de los 80.

En Boston, el nombre de Whitey era familiar para su población pero para el resto del mundo este mafioso que cometía sus crímenes con especial ensañamiento, se dio a conocer por el personaje interpretado por Jack Nicholson en Infiltrados (The Departed, 2006), que le valió el Oscar a Mejor Director a Scorsese en 2007, además de ganar como mejor película, guión adaptado y edición.

"Era una pareja tranquila, uno lo veía caminando por la calle junto a su esposa. Yo sólo sabía que se llamaba Charlie, a veces era un poco malhumorado", dijo un vecino que vive en la calle Tercera de Santa Mónica, a dos manzanas del mar Pacífico en el sur de California.

Bulger llevaba más de diez años viviendo con Catherine Greig en un apartamento de un edificio con 28 viviendas con cierto encanto californiano por fuera y ruinoso por dentro, donde la pareja pagaba 1.148 dólares al mes, una cifra bastante modesta para la zona.

"Es increíble, nunca me hubiera imaginado semejante historia de mis vecinos", dijo Barbara Gluck, una ex fotógrafa del diario The New York Times, que vive a sólo dos puertas del apartamento donde la noche del miércoles el FBI y la Policía Local hicieron un allanamiento exhaustivo para decomisar el arsenal encontrado con unas 30 armas de fuego y 800.000 dólares en efectivo.

"Yo estaba entrando al aparcamiento del edificio cuando vi a un montón de policías y agentes del FBI", contó la señora, una de las pocas vecinas dispuesta a hablar con la prensa en este barrio anglosajón, donde hay más perros que niños y huele a mar.

Al subir a su casa, Gluck se enteró de que los arrestados eran ni más menos que la pareja de ancianos de su piso. "Creo que llevaban aquí unos diez años o más, no estoy segura", dijo la mujer.

Gluck coincidió con otros vecinos en que el señor era bastante malhumorado. "Alguna vez dio señales de rabia y mostró impaciencia en la entrada del edificio", afirmó.

Como todo fugitivo, Bulger y Greig vivieron todos estos años bajo el seudónimo de Charles y Carol Gasco. "C. Gasco", dice la identificación de su buzón y justo al lado está el del señor Bond, mera coincidencia para otro guión de Hollywood.

En otro de los apartamentos del piso 3, David Pastor, un joven de 21 años, se reía por lo inverosímil y jugoso de la historia de su vecino. "Apenas me mudé hace una semana, esto es maravilloso. Soy escritor y ésta es la historia perfecta para empezar a escribir", dijo al salir de su apartamento con iPod en las orejas dispuesto a evitar a los canales de televisión que estaban a la entrada del edificio, según dijo.

Nadie supo nunca ningún detalle de la vida personal de este vecino, algo muy propio de Los Angeles y sobre todo de estos barrios apacibles, impecables, soleados y donde viven muchos retirados como Santa Mónica, donde el gángster fugitivo pasó parte de su vejez sin sobresaltos.

Bulger y Greig comparecieron ayer ante un tribunal federal en Los Angeles donde se decidió enviar al mafioso a Boston para que se enfrente a los numerosos casos abiertos en su contra en el estado de Massachusetts.

Los detenidos quedaron a disposición judicial sin fianza y aún no se ha fijado una fecha para el traslado a Boston, ciudad donde Bulger supuestamente lideró la banda Winter Hill y de donde huyó a finales de 1994 cuando el FBI estaba a punto de capturarlo.

Bulger tiene cuentas pendientes también en los estados de Florida y Oklahoma por el presunto asesinato de dos hombres de negocios.

Greig, por su parte, está acusada de ocultar a un fugitivo.

En la vista celebrada ayer, Bulger tenía un aspecto "saludable" y "sabía lo que estaba pasando", según el fiscal Robert Dugdale.

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