La historia truculenta del día nos lleva a Liverpool, con una lavadora, una gata con pocos meses de vida, y una heroica madre que logra salvarle la vida. La británica Courtney Drury, de 22 años, vivió a principios de diciembre, uno de los peores días de su vida al darse cuenta de que su gata Posey se había escondido en la lavadora, y durante 20 minutos había estado dando vueltas dándose un probablemente poco divertido viaje en el tambor del electrodoméstico. El animal se había escondido entre la ropa sucia, y ni la mujer ni su hija se habían percatado de la ausencia del animal en la casa.

Madre e hija pudieron escuchar un tímido "miau" desde dentro de la lavadora, y todo tomó forma y empezó a encajar: la gata de tres meses estaba recibiendo un baño involuntario. Habían pasado 20 minutos desde el comienzo del programa de lavado.

La mujer no se lo pensó y actuó rápidamente practicándole los primeros auxilios, consistentes en una reanimación cardiopulmonar. Tras la RCP, la heroína del día escuchó un débil maullido de la gatita y luego la llevó rauda hacia el veterinario que le administró oxígeno y terminó de recuperarla. 

La dueña explicaba a Daily Mirror, que en la clínica le explicaron que nunca habían visto nada parecido en su vida y que sin la reanimación cardiopulmonar nunca habría sobrevivido el animal. 

La pequeña gata ha vuelto a su hogar y ya sigue haciendo sus cosas de gato. Beber, comer, dormir y jugar. "Me sentí tan culpable cuando volvió a casa, pero vino y se sentó en el sofá junto a mis hombros y me acarició con el hocico. La queremos mucho", comentó al medio británico la madre de la familia, que recomienda a los dueños de gatos tener mucho cuidado con las puertas de las lavadoras si hay gatos de por medio. Al gato de nuestra historia, ya sólo le quedan 6 de sus 7 vidas.