Otro caso más. Vuelve a repetirse el tormento del niño Julen, pero esta vez en la India. El estado de Punjab, en la India, ha vivido la misma angustia que desencadenó en España el rescate de Julen, el niño de Málaga que cayó a un pozo de decenas de metros de profundidad y en cuya recuperación participó la Brigada de rescate minero de Hunosa.
El protagonista en este caso es un pequeño Fatehvir Dingh, que cayó el pasado jueves en un pozo de 23 centímetros de diámetros y 33 metros de profundidad, y que, tristemente ha sido hallado sin vida, según anunció un representante del parlamento regional del estado de Punyab.
"El niño falleció. Fue extraído a la cinco de la mañana" por los socorristas, dijo a la agencia AFP Vijay Inder Singla, un miembro de la asamblea legislativa local.
Las manos del niño
¿Cómo ocurrió?
Al parecer, estaba cerrado con un simple saco de arena. El niño estaba jugando en un campo cercano a su casa, situada en el distrito de Sangrur.
Todo indica que caminó por encima del saco, resbaló y cayó al interior de la oquedad. Los equipos de emergencias estaban intentando insertar un tubo de cerca de un metro de diámetro paralelo al pozo, con el fin de llegar al punto donde se cree que puede estar el menor.
Fatehvir, el Julen indio: otro niño atrapado desde hace cuatro días en un pozo
El plan a seguir ha sido muy parecido al que se siguió en el caso del infortunado Julen. En el pozo se introdujo un conducto para insuflar oxígeno, así como una cámara.
El niño no pudo ser localizado durante 4 días, por lo que ni se le pudo facilitar comida ni bebida.
El pasado marzo, otro niño cayó a un pozo y pudo ser recuperado en dos días, sano y salvo.
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