Al menos 18 personas han muerto a raíz de las intensas lluvias y riadas que desde el viernes azotan a Europa central y, aunque en algunas de las regiones más afectadas la alarma comienza a bajar, otras están aún a la espera de lo peor.

En Alemania, la situación adquiere un dramático cariz pues, además de todas las áreas que ya han quedado anegadas, como gran parte de Baviera, ahora se espera que la crecida de los ríos alcance también el norte del país.

En la República Checa, más de 7.000 hogares continuaban privados de electricidad, gas y calefacción debido a las riadas. En Austria, el número de fallecidos que han causado las inundaciones ascendió a cuatro.

Alemania, la República Checa, Eslovaquia y Hungría se encuentran en estado de alerta.