Medio Ambiente

La nueva aplicación de los residuos del vino que contribuye evitar la contaminación por metales pesados

La nueva aplicación de los residuos del vino que contribuye evitar la contaminación por metales pesados

La nueva aplicación de los residuos del vino que contribuye evitar la contaminación por metales pesados

La contaminación de nuestra tierra y de las aguas es un problema actual muy importante que las instituciones que se encargan de la preservación de los ecosistemas tienen muy presente. Todo se debe a la contaminación que propicia el ser humano, y que poco a poco está acabando con innumerables sistemas naturales de vida, tanto terrenales como acuosos.

La mejor manera de actuar sería evitar la contaminación por parte del ser humano, pero como esto muchas veces no es posible y la contaminación llega a los sistemas naturales, hay que buscar maneras para acabar y eliminar esta contaminación, sobre todo, cuando hay un impacto peligroso al medio ambiente, o cuando está en juego la salud de seres vivos que viven en ese sistema.

La minería, la metalurgia y la quema de combustibles en zonas cercanas a sistemas acuosos son actividades que contribuyen a la contaminación en estos sistemas naturales. Algunos metales que tienen un impacto negativo sobre nuestro planeta y sobre los seres vivos son el mercurio, el plomo, el cadmio, el talio, el cobre o el cromo.

Un equipo de investigación de la Universidad de Cádiz ha propuesto algo totalmente innovador: el uso de biomasa, que procede de residuos agrícolas, para captar minerales nocivos en el agua. En concreto, se ha visto que los restos de la uva, las vainas de algarrobas y haba y los tallos de brócoli funcionan a la perfección para la captación de metales nocivos en el agua debido a su poder absorbente. Esta propuesta se trata de algo no solamente innovador, sino que también es una propuesta muy económica en comparación con los métodos que se utilizan normalmente.

Los resultados de esta propuesta en ensayos fueron sorprendentes: 90% en la eliminación del plomo, 60% en la eliminación del cadmio, 40% en la eliminación del níquel y cobalto. De esta manera, aquellos residuos que se desechaban bajo el pretexto de que no eran más que residuos agrícolas inservibles, ahora pueden ayudar a eliminar los metales nocivos que contaminan nuestros sistemas acuosos y que tienen un impacto tremendamente negativo tanto para el medio ambiente, como para todos los seres vivos pertenecientes al sistema contaminado que se han visto afectados por dichos metales.

Se ha demostrado que ciertos componentes de algunas frutas, sobre todo la uva, el brócoli, el algarrobo y la naranja tienen una capacidad absorción de metales pesados impresionante, innovadora y mucho más económico que otros métodos que se utilizaban anteriormente.

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