El caso Marta del Castillo vuelve a activarse. La investigación del caso nunca ha estado parada, principalmente por el empeño de una familia que no descansará hasta conocer la verdad de todo lo que sucedió aquel 24 de enero de 2009 y por el interés mediático que ha suscitado, pero dos nuevos acontecimientos pueden ayudar a seguir esclareciendo muchas de las claves que aún se esconden tras las múltiples versiones, repletas de mentiras por parte de los acusados, que se han dado durante estos casi trece años:

• La docuserie de Netflix '¿Dónde está Marta?', a raíz de la cual el juez ha requerido a todas las compañías telefónicas los datos 'crudos' de los teléfonos de los implicados: Miguel Carcaño, Francisco Javier Delgado, Samuel Benítez, María García Mendaro y 'El Cuco'.
• Y el próximo juicio al que se enfrentarán 'El Cuco' y su madre, Rosalía García, por presuntamente mentir en el juicio celebrado en 2011 en la Audiencia de Sevilla contra los cuatro adultos acusados del crimen de Marta del Castillo. Será el próximo mes de mayo y allí tendrá que declarar también Miguel Carcaño. Como testigo y con la obligación de decir toda la verdad.

A día de hoy, Miguel Carcaño, único asesino confeso de Marta del Castillo, sigue cumpliendo condena en el Centro Penitenciario Sevilla II, en Morón de la Frontera. 21 años de prisión por asesinato, mientras que su amigo Samuel Benítez, su hermano Francisco Javier Delgado y la novia de éste María García, fueron absueltos de encubrimiento.

Cinco imputados y siete versiones distintas del caso

La madre del Cuco, en el juicio por el quebrantamiento.

Cinco imputados, siete versiones distintas del asesino confeso, dos sentencias contradictorias, un acusado por encubrimiento y el cuerpo de la víctima sin aparecer. El aspecto más polémico fue la no condena de Carcaño por violación, pero ¿Qué hubiese ocurrido si Carcaño no hubiera confesado?

El fiscal del caso Marta del Castillo, Luis Martín, ya admitió que sin la confesión de Carcaño hubiera sido difícil una condena, no imposible, ya que sólo contaban con indicios, racionales pero simples indicios. Samuel Benítez, por ejemplo, fue absuelto, pese a confesar inicialmente en la Policía que participó en deshacerse del cuerpo. Nunca lo ratificó en sede judicial y el tribunal vio que no era suficiente para culparle definitivamente.

Sin la confesión de Carcaño hubiera sido difícil una condena, no imposible, ya que sólo contaban con indicios

La Fiscalía pidió 52 años de cárcel para Carcaño por asesinato, agresión sexual y un delito contra la integridad moral y recurrió hasta el Supremo, en desacuerdo con su decisión de justificar la absolución del resto de implicados, sobre todo de Samuel Benítez.

Ahora los padres de Marta están reclamando que se repita el juicio por contradicción entre las horas de sacar el cuerpo de las dos sentencias, si bien el fiscal ya explicó que sólo podría repetirse si surgen pruebas objetivas de la participación directa de los tres absueltos en el crimen, pues ya fueron juzgados por encubrimiento, y antes de que prescriba el asesinato (año 2029).

Eso es precisamente lo que pretenden conseguir a raíz de la emisión del documental y la próxima intervención de Carcaño, con el deseo de que siga sosteniendo la última de sus versiones y la Audiencia de Sevilla permita a los agentes del Grupo de Homicidios seguir investigando la pista que conduce al hermano de Miguel Carcaño.