Sociedad

Los restos hallados al maestro de artes marciales pertenecen a una sola mujer

  • Los especialistas han concluido que la fallecida es una mujer adulta, de nacionalidad colombiana y que "está identificada". El Templo Shaolín de España niega tener relación con Aguilar.

Los restos humanos hallados en el domicilio y en el gimnasio del experto en artes marciales Juan Carlos Aguilar, detenido el domingo en Bilbao por dejar en coma a una nigeriana de una paliza, corresponden a una única persona, una mujer de nacionalidad colombiana. Fuentes de la investigación han asegurado que tras el análisis de los fragmentos óseos de manos, columna vertebral y otros restos, los especialistas han concluido que se trata de una única persona. Además, han comprobado que es una mujer adulta, de nacionalidad colombiana y que "está identificada".

La Policía Vasca ha logrado despejar así una de las mayores incógnitas de este caso, ya que hasta ahora se desconocía si los huesos hallados en el gimnasio de Aguilar podrían corresponder a varias personas. La mujer supuestamente asesinada sería, por tanto, la que mencionó el detenido en su confesión policial, en la que dijo que "creía" haber matado a una mujer el pasado 31 de mayo, aunque añadió estar "confuso" al respecto. Las mismas fuentes de la investigación no han podido concretar si ha sido una muestra dactilar lo que les ha llevado a determinar la identidad de la mujer o si hay otras pistas, como una posible relación con Aguilar o, incluso, si había una denuncia de desaparición. Tampoco han confirmado si la fallecida se dedicaba a la prostitución al igual que Ada, la nigeriana de 29 años que sigue ingresada en el hospital de Basurto tras la paliza que recibió el domingo en el gimnasio de artes marciales.

No obstante, la Policía vasca continúa buscando otras evidencias que pudieran estar relacionadas con el arrestado. Juan Carlos Aguilar fue detenido el domingo después de que una persona alertara a la Ertzaintza de que había visto cómo una mujer era obligada a entrar por la fuerza en el gimnasio que el arrestado regenta en el número 12 de la céntrica calle Máximo Aguirre. Los agentes que acudieron al local tuvieron que tirar la puerta abajo con mazas para acceder al interior, donde encontraron inconsciente a la mujer nigeriana, que tenía ataduras en manos, pies y cuello, y detuvieron al agresor.  

El Templo Shaolín de España niega tener relación con Juan Carlos Aguilar

El Templo Shaolín de España, único centro de esta disciplina reconocido oficialmente en el país, ha negado tener relación alguna con Juan Carlos Aguilar, que se presentaba como el primer maestro Shaolín occidental. En un comunicado, los responsables del Templo, que cuenta con escuelas en Madrid, Toledo y Barcelona, han acusado a Aguilar de ser "un poco sectario" y vender "lo que no era", ya que no poseía ninguna graduación oficial ni estaba autorizado por el Templo de Henan (China). Según explican, el presunto asesino "se aprovechaba del nombre de Shaolín" para "salir en fotos" y promocionarse.

En uno de los vídeos que publicó en internet, Juan Carlos Aguilar se hacía llamar "Huang C. Aguilar", se presentaba como "abad del monasterio Sifú" y se refería a su gimnasio de Bilbao como "Monasterio Budista Chan/Zen Océano de la Tranquilidad". El detenido, que fue campeón de España y del mundo de kung-fu, apareció en radios, periódicos y televisiones a finales de los años 90 anunciándose como el "primer maestro Shaolín occidental".

Los vecinos, "impresionados" por tener al lado a "un asesino"

Los vecinos y comerciantes de inmuebles cercanos al gimnasio regentado en Bilbao por Aguilar siguen "impresionados" por tener al lado a "un asesino". Los vecinos de la calle Máximo Aguirre, en cuyo número 12 se localiza el gimnasio de artes marciales, continúan sorprendidos por lo ocurrido en un local en el que "nunca" hubo un problema y cuyo responsable parecía "tranquilo". Así lo ha manifestado Izaskun, dependienta de un establecimiento comercial ubicado frente al gimnasio. "Cuando lo piensas en frío dices: 'Hemos tenido ahí enfrente un asesino'".

Según ha relatado, el gimnasio tenía una actividad normal, con gente entrando y saliendo con bolsas de deporte y clases por la tarde para niños. Al detenido, una persona "bastante conocida en el mundo de las artes marciales", le conocía de verle "entrar y salir" al local y parecía un hombre "tranquilo", que "nunca" llamaba la atención. También Fernando, un residente en un inmueble cercano al establecimiento, se ha confesado "impresionado" por el suceso. Son "cosas que parecen que pasan lejos" y "luego las tienes al lado de casa", ha señalado. Fernando ha contado que ha coincidido en otro gimnasio con el padre de un niño que solía acudir al establecimiento del detenido. "Me ha comentado que el local -del arrestado- parecía normal", aunque "impresionaba una pared al fondo que estaba llena de cuchillos, de lanzas", ha relatado. Según ha añadido, "el que daba clases a su niño era otro chico, aunque él -el detenido- solía aparecer y precisamente la semana pasada parece ser que les hizo una demostración de artes marciales".

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