Sociedad

El violador en serie de Guipúzcoa niega otras tres agresiones

  • El procesado cambia su estrategia y asegura que estaba en Rumanía cuando sucedieron los hechos

Sala en la que se juzga al violador en serie de Guipúzcoa.

Sala en la que se juzga al violador en serie de Guipúzcoa. / Juan Herrero (Efe)

El violador en serie de Guipúzcoa, condenado ya a 12 y 9 años de cárcel respectivamente por dos violaciones cometidas en Beasain y en Lasarte-Oria, ha negado "categóricamente" ser el responsable de otras tres agresiones sexuales, dos de ellas en grado de tentativa, en Tolosa, Andoain y Anoeta.

El procesado ha declarado en la primera sesión del juicio por estos hechos que se celebra desde este lunes hasta el miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia de Guipúzcoa, donde tan sólo ha respondido a las preguntas formuladas por su abogado y ha rechazado hacerlo a las cuestiones que tenían preparadas las Fiscalía y la acusación particular, que ejercen las tres víctimas.

En este tercer juicio, el inculpado ha cambiado su estrategia de defensa respecto a las dos vistas anteriores, en las que dijo no recordar los hechos porque se encontraba bajo los efectos del alcohol, la medicación y las drogas. Entonces, el hombre no negó haber cometido los hechos, ante el peso de las pruebas de ADN que le incriminaban, pero pidió disculpas por lo ocurrido.

Por el contrario, este lunes el inculpado, quien ha comparecido con la cara parcialmente tapada por una mascarilla y vestido con un largo abrigo que le cubría casi hasta la mitad de las piernas, ha afirmado que él no puede ser el autor de estas dos nuevas tentativas ni de la agresión sexual consumada porque en aquellas fechas se encontraba de vacaciones en Rumanía visitando a su madre.

Tras su declaración, el juicio ha continuado con los testimonios de las tres víctimas que han tenido lugar a puerta cerrada a petición de la acusación particular, que ejerce la letrada Cristina Ramos, de la asociación Clara Campoamor, quien reclama penas que suman 29 años de cárcel para el hombre, mientras que la Fiscalía solicita 28.

Los nuevos hechos que se están enjuiciando ahora se remontan a la madrugada del 12 de agosto de 2012, cuando el procesado, de nacionalidad rumana, presuntamente se abalanzó sobre una joven en una calle de Andoain, rociándole la cara con un aerosol de pimienta y la tiró al suelo, tras lo que se puso sobre la chica, que empezó a gritar.

El hombre sacó entonces un esparadrapo que no llegó a usar debido a la "actitud apaciguadora" de la perjudicada, a la que empujó contra una pared para presuntamente someterla a distintos tocamientos y abusar de ella, si bien no llegó a violarla porque la mujer le aseguró que tenía sida.

Un mes más tarde, sobre las 07:00 del 23 de septiembre de 2012, presuntamente abordó a una nueva víctima en una zona oscura de una carretera de Tolosa y le dio un puñetazo en la mandíbula, para taparle a continuación la boca con la mano y arrastarla hasta el arcén, donde supuestamente la sometió a distintos tocamientos aunque no logró penetrarla debido a la "resistencia" de la joven que logró "zafarse del acusado", quien huyó del lugar con la cartera de la chica.

Finalmente, un año después, sobre las 05:00 horas del 22 de septiembre de 2013, el encausado supuestamente asaltó a una tercera mujer en una carretera "sin iluminación" de Anoeta, le colocó en la boca un pañuelo humedecido con un líquido de "fuerte olor" y presuntamente la violó a pesar de la "fuerte resistencia" de la joven cuando ésta perdió la "consciencia".

En su declaración de este lunes el encausado ha defendido su inocencia porque, según ha explicado, desde el año 2010 en el que murió su padre, acude todos los años a Rumanía de vacaciones entre gran parte de agosto y el 30 de septiembre lo que hace "imposible" que él sea el responsable de los hechos.

Ha recordado además que trabajaba en una empresa de mantenimiento y que para poder coger un período de vacaciones tan largo trabajaba todo el año "sin fiestas" y luego se tomaba mes y medio de vacaciones.

A preguntas de su abogado, el imputado ha señalado que el único familiar directo que en ese momento tenía en Guipúzcoa era su hermano, quien vivió en esta provincia entre 2004 y 2020.

En la vista también han declarado dos agentes de la Ertzaintza que asistieron a la víctima de Andoain al poco de suceder los hechos, quienes han relatado cómo esta víctima no llegó a ser violada porque dijo a su agresor que tenía sida y que si no le hacía daño accedería pero que fuera a comprar un condón a una farmacia, momento en el que el hombre se masturbó, eyaculó sobre su vestido y se disculpó por lo ocurrido antes de marcharse del lugar.

"Me parece fantástico en una situación de estrés como aquella" la forma y la "sangre fría" con la que reaccionó la chica, ha descrito uno de estos agentes.

Al término de esta primera sesión de la vista, la letrada de la acusación particular ha mostrado su sorpresa por el cambio de estrategia defensiva respecto a los juicios anteriores, al tiempo que ha destacado la contundencia de la prueba de cargo contra el acusado, después de que en las tres víctimas se hayan encontrado "ADN de agresor", lo que, a su juicio, "no deja lugar a dudas" de su autoría.

Está previsto que el juicio continúe este martes con la declaración de nuevos testigos. 

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