Turismo

Diez miradores desde los que redescubrir Granada

Mirador National Geographic.

Mirador National Geographic. / Archivo

Granada es una ciudad llena de miradores famosos que han cantado poetas como Ibn Zamrak (granadino del siglo XIV), Lorca o Machado. Todos han elogiado sus extraordinarias perspectivas, sus luces difuminadas y esa banda sonora en la que los ladridos lejanos e invisibles se confabulan con la línea de fuga del horizonte: «Sin luz de plata en sus copas / los árboles han crecido, / y un horizonte de perros / ladra muy lejos del río». La provincia no es menos: atesora balcones, azoteas y atalayas donde el mundo, créanlo, se transforma en belvederes, como llaman los italianos a esos altozanos que permiten la forma más bella de ver. ¿Paseamos?

El Puntal de don Diego

Mirador Puntal de don Diego. Mirador Puntal de don Diego.

Mirador Puntal de don Diego. / Archivo

En Gorafe se eleva este mirador del Geoparque de Granada, que traslada al viajero a un paisaje propio de un planeta aún inexplorado. Desde él se abre un diorama espectacular de cárcavas arcillosas que, en la zona de Los Coloraos, compiten en tonalidades irreales, rojizas, a veces bermejas, otras rosáceas o de un castaño con pliegues azafrán.

El Fin del Mundo

Mirador del Fin del Mundo. Mirador del Fin del Mundo.

Mirador del Fin del Mundo. / Archivo

Desde este promontorio de Beas de Guadix, con el telón de fondo de Sierra Nevada, se pueden admirar los valles de los ríos Alhama y Fardes, así como el perfil brumoso de sus municipios: Cortes y Graena, Beas, Marchal y Purullena, con sus badlands y montañas bulbosas, de un marrón oscuro que se transforman con la luz.

El Jabalcón

Mirador de Jabalcón. Mirador de Jabalcón.

Mirador de Jabalcón. / Archivo

El cerro Jabalcón, otra de las joyas del Geoparque, forma parte de la cuenca de Guadix-Baza. Es un macizo de 1.492 metros formado por piedras calizas que permite una visión prodigiosa de 360 grados y abarca los más de 4.000 kilómetros cuadrados que combinan las rugosidades pardas de la tierra con el verde oscuro de la vegetación.

Mirador de National Geographic

Mirador National Geographic. Mirador National Geographic.

Mirador National Geographic. / Archivo

Desde la carretera de Tocón, ofrece unas magníficas vistas de Montefrío, un pueblo cargado de historia. El Castillo, que fue un lugar de batalla encarnizada durante la conquista de Granada, es ahora desde el mirador un espacio de fascinación muy concurrido, igual que su iglesia redonda y su entramado de calles.

La Magdalena de Guadix

Mirador de la Magdalena de Guadix. Mirador de la Magdalena de Guadix.

Mirador de la Magdalena de Guadix. / Archivo

Si Guadix, a ras de suelo, es una población admirable y llena de historia y monumentos, contemplada desde el mirador de la Magdalena, a vista de pájaro, el plano alcanza cotas espléndidas. Desde su cumbre la vista abarca la Catedral y la Alcazaba, el casco histórico, el barrio de las Cuevas y luego se pierde por la vega.

Tajos de Alhama

Mirador Tajos de Alhama de Granada. Mirador Tajos de Alhama de Granada.

Mirador Tajos de Alhama de Granada. / Archivo

Visitar Alhama es asomarse a la historia y hojear los libros de los viajeros románticos. Los Tajos se formaron por la erosión del río Alhama y sus hendiduras alcanzan una profundidad de 50 metros. La Huerta de Santa María es la entrada a Los Tajos. En el barranco del Aserradero se elevan tres miradores para elegir perspectiva.

Mirador del Embrujo

Mirador del Embrujo. Mirador del Embrujo.

Mirador del Embrujo. / Archivo

La conversión del municipio de Soportújar, conocido como el balcón de la Alpujarra, en un centro dedicado a resaltar la historia de la brujería para turismo familiar ha transformado también su asombroso mirador natural en el Mirador del Embrujo. Y sus eras en la Era de los Aquelarres, donde las hechiceras almacenan sus brebajes.

Enrique Morente

Mirador de Enrique Morente. Mirador de Enrique Morente.

Mirador de Enrique Morente. / Archivo

El mirador Albaicín de Salobreña cambió su nombre por el de Enrique Morente en 2012, después de la muerte del genial cantaor. Desde entonces, la impresionante vista de verde y mar luce una escultura diseñada por Javier Arteta. El flamenco “mira hacia el infinito, mira hacia el mar, hacia la vega de Salobreña y hacia el futuro”.

Isabel de Castilla

Mirador de Isabel de Castilla. Mirador de Isabel de Castilla.

Mirador de Isabel de Castilla. / Archivo

Este mirador de nuevo cuño y diseño vanguardista permite contemplar un panorama completo y hermoso de Loja. El contraste entre el diseño rompedor de la atalaya y la vista de La Alcazaba y demás monumentos con sus viejas piedras y su centenaria historia subyuga al visitante.

Cueva del Gato

Mirador de la Cueva del Gato. Mirador de la Cueva del Gato.

Mirador de la Cueva del Gato. / Archivo

En el Parque Natural de la Sierra de Huétor, este mirador es un lugar sobrecogedor. Valle, encinares y densos matorrales caracterizan el paraje en el que se vislumbra la corriente mínima del río Darro con el telón de fondo de Sierra Nevada. A la derecha, en el Cerro del Maúllo, sobreviven trincheras de la Guerra Civil junto a la Cruz de Víznar.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios