Supondrá cerca de 150.000 pasajeros menos y más de 6 millones de pérdidas para la ciudad.

El propietario de la empresa provisionista de buques admite que lo peor ha sido no poder surtir a los clientes de material de protección contra el coronavirus.

El equipo municipal espera estos días una carta desde la Sail Training International (STI) notificando el posible aplazamiento hasta el año de la gran cita programada para este mes de julio. Si Cádiz se retira de la convocatoria tendría que pagar una penalización que ronda el millón de euros, por lo que espera que sea la STI la que de el paso de aplazarla.

La obra del nuevo Punto de Inspección Fronteriza que se levanta junto a la terminal de contenedores se retomará en estos días después del parón impuesto por culpa del coronavirus.

Cada armador aparta desde hace 15 años una caja de cada jornada de captura para fines benéficos.

Las escalas suspendidas podrían haber traído hasta la ciudad a más de 70.000 cruceristas.

La actividad en sus instalaciones del puerto de Cádiz apenas ha notado una disminución de las ventas al estar centrada, sobre todo, en los mayoristas.

El presidente de la naviera anuncia a nivel mundial que todos los buques que siguen navegando pararán al finalizar sus itinerarios actuales "para la seguridad de nuestros pasajeros y tripulantes". Una decenas de las escalas anunciadas en Cádiz para 2020 pertenecen a esta compañía italiana.

Otra de las medidas propuestas desde Puertos del Estado es el adelanto de las nóminas a todos los trabajadores que lo necesiten.

La naviera ha movilizado entre la península y las islas 27.000 toneladas de mercancías desde que empezó el confinamiento por el virus.