Los enfermeros de la provincia de Huelva tienen un nuevo aliado frente a las agresiones. En un momento en el que los casos de agresiones a estos profesionales se hallan en una tendencia ascendente, el sindicato de enfermería Satse impulsa una campaña en respuesta a estos ataques físicos y verbales. Hasta 3.000 sanitarios tendrán llaveros que, al retirar la anilla que llevan conectada, suenan para alertar de que están sufriendo un ataque. Supone así un elemento disuasorio contra los agresores.

A partir de este lunes, la organización sindical impulsará una campaña con el lema Tu seguridad, nuestra prioridad a través de web y redes sociales y con la instalación de más de 3.000 carteles en los centros sanitarios para informar a los profesionales afiliados de la entrega de los llaveros que se distribuirán a través de los delegados sindicales y en las secciones sindicales de Satse. 

La campaña se enmarca, apuntan desde el sindicato, en la conmemoración del Día contra las agresiones a profesionales sanitarios y ante la escalada de violencia en los centros sanitarios de Huelva. Tanto es así que, según los datos facilitados por Satse, hasta 143 profesionales sanitarios fueron agredidos en 2022, dos más que en 2021. De tales agresiones, 29 fueron físicas, una cifra considerablemente superior a las del año anterior, cuando se contabilizaron 14. 

De acuerdo a tales datos, 2022 fue el año en el que más ataques se registraron. De este modo, conviene recordar que en 2020 las agresiones contabilizadas ascendieron a 84 (11 físicas), una cifra reducida en comparación con otros años al ser un momento de pandemia, lo que implicaba menor presencia de usuarios en los centros sanitarios. Asimismo, en 2019 fueron 126 (13 físicas), en 2018, 135 (12 físicas), en 2017, 95 (12 físicas) y en 2016 se sumaron 133, de las que 16 fueron físicas. 

La citada campaña tiene como objetivo contribuir a mejorar la seguridad de los profesionales de la Sanidad onubense frente a la creciente lacra de la violencia y las agresiones que sufren de todo tipo, tanto verbales (amenazas, insultos, descalificaciones…) como físicas (empujones, puñetazos…). Un grave problema que afecta especialmente a las enfermeras y enfermeros "por su atención más cercana, estrecha y permanente con los pacientes y sus familiares", apuntan desde Satse.

A juicio del sindicato de enfermería, "pese a ser entendible el hartazgo y frustración de la población al constatar problemas de recursos y medios que tiene la sanidad pública, nada puede nunca traducirse en agresiones hacía unos profesionales que, además de no ser los responsables de la situación, están haciendo todo lo posible para que no repercuta en la atención y cuidados que reciben en cualquier centro sanitario y sociosanitario".

En este sentido, el sindicato de enfermería subraya además a la ciudadanía que existen vías para reclamar a la Administración, pues todos los centros del SAS disponen de libros de reclamaciones que pueden presentarse en las unidades de Atención a la Ciudadanía. 

Satse, además, valora que la consejera de Salud, Catalina García, volviera a anunciar la puesta en marcha de medidas "largamente reivindicadas por la organización sindical", como son un cambio normativo que establezca un régimen sancionador para los usuarios, "incluyendo sanciones económicas proporcionadas al daño ocasionado, la modificación de las tarjetas identificativas del profesional para que no recojan información adicional del profesional que permita que los agresores puedan identificarlos o la constitución de un Observatorio de Agresiones".

Concluye la organización sindical apelando una vez más para que se mantenga, en todo momento, "una relación de respeto y confianza entre profesionales, pacientes y familiares, a la vez que subraya que los actos violentos cometidos contra los sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas, son considerados delitos de atentado, pudiendo llegar a implicar penas de prisión de uno a cuatro años y multas".