San Fernando

La AMPA del colegio San Ignacio denuncia la falta de avances en una obra clave para el futuro del centro

Traslado de las aulas afectadas por los desprendimientos en el colegio San Ignacio, en el pasado mes de noviembre.

Traslado de las aulas afectadas por los desprendimientos en el colegio San Ignacio, en el pasado mes de noviembre. / Ayuntamiento San Fernando

Tres meses después de que se acometiera el traslado de los alumnos del colegio San Ignacio ante el riesgo de desprendimientos y con el curso ya pasado el ecuador, la AMPA del centro ha mostrado su profundo malestar ante la falta de avances con respecto a las obras que hay que ejecutar en estas dependencias para garantizar la seguridad de los niños y el correcto desarrollo de la actividad educativa. 

La Asociación de Madres y Padres del centro se queja de que ni por parte de la Junta de Andalucía, que ha acometido unas catas para valorar el estado de la estructura, ni por parte del Ayuntamiento de San Fernando, que en diciembre adjudicó la redacción del proyecto básico por casi 16.000 euros, se hayan tenido más noticias de una obra que -recuerdan- debería ser prioritaria en la ciudad.

Y teme que los trabajos comprometidos para solventar las carencias estructurales del centro hayan caído en el olvido, aunque cada día -lamenta- se anuncian y se visitan nuevas obras en la ciudad o inversiones en fiestas y eventos por parte del equipo de gobierno. Sin embargo, apuntan, el colegio, que lleva años esperando a que se intervenga y que su deterioro ha llegado a un extremo difícil de sostener, no parece ser una prioridad.   

La presidenta de la AMPA, Olga Richarte, ha lamentado también la falta de entendimiento entre ambas administraciones -Junta de Andalucía y Ayuntamiento- que imposibilita avanzar en la resolución definitiva del problema, que a pesar de todo sigue estando en el aire a día de hoy.  

Señala igualmente que el traslado de los alumnos de Primaria al edificio de Infantil del mismo centro educativo no deja de ser una prolongada situación de provisionalidad que afecta al desarrollo de la actividad escolar y a la que todavía no se le ve final a pesar del tiempo transcurrido. Además, advierte, el comedor y el aula matinal siguen estando en la parte del edificio afectada, con lo que el problema dista mucho de desaparecer al mover a los alumnos de aula. 

El malestar de las familias con hijos escolarizados en el centro radica, principalmente, en que no ven avances ni ven materializarse los compromisos adquiridos para solucionar las deficiencias estructurales, así que temen por el futuro del colegio San Ignacio. Ahora -señala la presidenta de la AMPA- va a dar comienzo un nuevo proceso de escolarización y creen que la situación de precariedad en la que se encuentra el colegio puede pasar factura a pesar de la gran calidad educativa que brinda la comunidad educativa y de su compromiso con la enseñanza pública, que los padres además constatan. "Es una pena que ocurra esto", señala.   

Lo que reclaman desde la AMPA es sencillo: que se arregle de una vez el colegio. 

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