Este contrasentido urbanístico no puede hacernos retroceder al desarrollismo salvaje de los 60. Los Humeros alerta de un posible derrumbe de su capilla si se construye un edificio de tres plantas.

Por eso hay tanta verdad en la Semana Santa y en sus cofradías, porque se construyen con la vida y la muerte de quienes la configuran.

Debían ser las voces propias de los estudiantes los que reclamaran el espacio de Dios en la universidad.

¿Y qué es la Semana Santa sino un gran multiverso en que todo ocurre a la vez y en todas partes?.

¿No es acaso la costalería una vocación como las otras sagradas de nuestra fe?.

La Catedral dispone de un plan de limpieza por técnicos especializados.

Antiguamente eran cargadores del muelle los que realizaban este duro trabajo.

Detrás de lo que se ha visto se encuentra esa fe, no fácil, que supera las tentaciones.

El tiempo detenido lo han vivido y lo viven como tiempo agradecido.

La Semana Santa que tanto amamos se ha fraguado también en esas decepciones.