En noviembre parecía entrar en rampa de lanzamiento superando 1,1 millones de espectadores. Sin llegar a las cotas añoradas de Amar en tiempos revueltos, ese plazo de confianza que necesitaba un programa diario como Entre todos, para crear hábito, parecía dar sus frutos, pero el programa de Toñi Moreno, del que se ha declarado fan la Reina, sigue sin despuntar como se preveía a lo que se acumula una polémica constante que ha venido a agravarse con el reciente comentario de la presentadora sanluqueña, donde su talante de cercanía le jugó una mala pasada: "O denuncias o se calla para el resto de la vida", observó sobre una mujer que sufría malos tratos de su suegra. Moreno se disculpó, pero esa frase ha encendido los ánimos y los diputados socialistas han pedido al presidente de RTVE que fulmine de la parrilla este programa.

Entre todos ya había surgido con mal pie a finales de agosto. El programa producido por Proa Magna llegaba a TVE de la mano de Pablo Carrasco, quien hace exactamente un año dimitía como director general de Canal Sur. Toñi había sido la estrella matinal con el formato similar Tiene arreglo. La dirección de la RTVA ya instó a Prado del Rey que retirara el programa por plagio con su matinal que mantuvo en su parrilla.

RTVE planeaba atrapar a la audiencia andaluza tras caer en picado la cuota de La 1 desde que se incorporara a la presidencia Leopoldo González-Echenique. La clave en las curvas de seguidores de Entre todos se encuentra en Andalucía. Los espectadores que eran mayoría en el matinal no se interesan por el vespertino de La 1, que apenas siguen unos 150.000 andaluces de media, la mitad de los que veían, por ejemplo, las redifusiones de series en esta franja. Entre todos es visto en todo el país sobre el millón de espectadores, en torno al 9%, en la escuálida media diaria de La 1. Aun con los intentos de exportar el formato a otros países por parte de RTVE, el programa de telemendicidad no termina de arrastrar a esa mayoría solidaria que concebían los programadores.

Toñi aplica su estilo: sonrisa, desenfado, cercanía, banda sonora lacrimógena y gritos entusiastas ante las llamadas que ofrecen sus dispendios a los casos presentados. Las críticas, desde medios de comunicación, instituciones y partidos de la oposición, se centran en ese espíritu limosnero del programa, tratando de solucionar asuntos que corresponderían a la administración. También Canal Sur está en el ojo de este huracán por su matinal. Dos cadenas públicas 'tuteladas' por partidos distintos y un mismo objetivo para acumular audiencia de aluvión.

Con polémicas palabras, objetivos discutibles y gastos cuestionados Entre todos y Tiene arreglo siguen en el disparadero.