Presentador de moda

Carlos Sobera: "No soy capaz de acertar el precio de un tornillo"

  • El polifacético presentador encabeza el regreso del mítico concurso 'El precio justo', que pasa a franja diaria vespertina. También está presente en ‘First Dates’ y ‘Supervivientes’

Carlos Sobera presenta 'El precio justo' en su regreso a la televisión de la mano de Telecinco.

Carlos Sobera presenta 'El precio justo' en su regreso a la televisión de la mano de Telecinco. / Mediaset

Carlos Sobera ha tomado las riendas en el regreso a la televisión de El precio justo, formato que por primera vez se emitirá a través de Mediaset. El concurso vuelve a la primera línea en pleno apogeo de recuperación de la nostalgia televisiva. El presentador y actor vasco, presente en Supervivientes y First Dates, demuestra que es el nuevo chico para todo de Mediaset.

–El regreso de ‘El precio justo’ supone su vuelta a los concursos...–Sí, así es. He hecho muchos concursos a lo largo de mi vida. Con El precio justo regreso a un formato al que le guardo mucho cariño.

–Va a compaginar ‘El precio justo’ con ‘Supervivientes’ y ‘First Dates’, ¿cuál es el secreto para estar presente en todos ellos? –Hay dos. Uno ser de Bilbao que me da el don de la ubicuidad y el otro contar con un magnífico equipo de producción que organiza las grabaciones de forma que no se solapen. A veces, incluso siendo de Bilbao uno falla en lo de situarse en dos sitios a la vez.

–¿Qué supone para Carlos Sobera el nombrar la coletilla a jugar que tan famosa hiciera Joaquín Prat?–Un honor. Significa cumplir un sueño. El precio justo es uno de esos grandes formatos que a un buen presentador siempre le gusta hacer y tenerlo en su curriculum. He tenido la fortuna de que Mediaset me lo haya encargado y poder trabajar en compañía de grandes profesionales, como Elías Segovia que ya dirigió este formato anteriormente.

–¿Qué tiene Carlos Sobera para cosechar tanto éxito en la televisión actual? –Tengo pelo, un poco de exceso de grasa (risas), y sobre todo, a mi trabajo le pongo mucha verdad y sinceridad. Siempre trato de hacer todo desde lo más profundo de mi ser, para lo bueno y para lo malo. No sé si eso es garantía de éxito o no, pero es lo único que puedo afirmar que tengo a raudales: mucha verdad.

–¿Cómo se le da el hecho de adivinar precios? –Fatal, horroroso, es una cosa deplorable lo mío, no acierto una. Me desespero porque veo a los concursantes que tienen un sentido común y una experiencia vital que les permite afinar con mucha intuición los precios. Han acertado muchos precios justos. Se han acercado mucho. No soy capaz de acertar el precio de un tornillo. Para adivinar precios soy un inútil, lo confieso (risas).

–Está de moda ahora en la televisión el recuperar formatos y series de éxito, ¿pueden ser buenas las segundas partes en televisión?–Sí. Y si hacemos caso a El Padrino hasta las terceras partes pueden ser buenas. Al final las buenas historias, series, formatos son capaces de pasar el tiempo en perfecto estado de salud. El precio justo es un ejemplo muy claro de ello. 65 años después de su creación sigue funcionando todavía en muchos países. En algunos de ellos con una larguísima trayectoria, empezando por Estados Unidos donde lleva emitiéndose durante todo este tiempo sin interrupciones.

–El casting del concurso ha sido una auténtica locura. En cuanto a la preparación de los concursantes, el formato no es tan exigente como otros de la televisión actual...–Sí. Es una de las cosas que me gusta recalcar. Los concursos del siglo XXI se han convertido en concursos-oposición, porque hay que estar muy preparados, a veces de una manera muy específica, para afrontar la mecánica del formato e intentar ganar algo de dinero. El precio justo es un programa que solo te pide grandes dosis de intuición, sentido común y experiencia vital para saber un poco cómo está la vida en todos los niveles. Con esos tres elementos más la diosa fortuna puedes conseguir dinero, regalos y premios.

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