TV-Comunicación

'Cuestión de sexo' se crece

  • La ficción de Notro vuelve esta noche a Cuatro con un horario estelar, con tres nuevos personajes y tramas intrincadas - Jugará con la ambigüedad sexual, formará nuevas familias y eliminará el drama

Que vengan ahora los de la Conferencia Episcopal, decía el actor Willy Toledo, que vengan y arremetan contra todos nosotros. Lo decía entre carcajadas, hace unos días, entre compañeros de reparto, en la presentación de la segunda temporada de Cuestión de sexo. La que regresa esta noche a Cuatro, a las diez y cuarto.

Que clamaran contra él, eso quería, porque en la ficción que hace Notro, su personaje, un profesor de autoescuela, se enrollará con la amiga de su hija. Que pusieran el grito en el cielo los obispos porque se divorciará de Alba, su mujer, la que interpreta Pilar Castro; porque se liará con todo lo que pille; porque la serie será ahora, y cada jueves por la noche, mucho más desenfadada. Su hija, Sofía, la joven Ana Fernández, también podría ser carne de críticas. "¿Por qué no?". Es Willy, igual de desafiante. Sofía disfrutará del sexo en una habitación contigua a la de su madre, con su novio, pero su amiga Alicia, la última incorporación (a la que da vida Sabrina Garciarena) le mostrará la homosexualidad. Nada frívolo. Pero Willy se ponía a la defensiva. Pura ironía.

Transgresión y tradición no están reñidas. Eso también lo decía, entre risas y compañeros, el productor de la ficción, César Rodríguez. Que ellos son conservadores, porque romperán una familia pero crearán otras. Alba, la mujer de Diego, conocerá a un psicólogo (Diego Peretti, otra de las incorporaciones). Se enamorará de él. Bernardo, el psicólogo, tiene una hija. Sí, la amiga de Sofía, la liberal. Una hija, una madre, dos padres y una amiga que... Ya tienen el culebrón formado.

"Nunca hemos recibido ninguna crítica de nadie, si la serie de más éxito en España es aún más burra (por Aída)". Elena Sánchez, directora de contenidos de Cuatro también tenía mucho que decir. Las palabras de Willy, pura ironía, habían calado. "Nadie arremete contra una serie que defiende al amor".

Habrá más amor, más parejas, más historias, las chicas se desnudarán más y más sexo. Pilar Castro hacía un resumen por encima. Y más capítulos y mejor horario. Fue Cuatro quien lo pidió. Quería que el espectador tuviera más alegrías. Que para eso Cuestión se sexo les ayudó a crecer la pasada temporada enfrentándose con éxito a tres series. En esta ocasión también hay competencia. La que se avecina, La Señora, y a partir de la próxima semana se une El síndrome de Ulises, en Antena 3. ¿Y habrá más temporadas? "Por supuesto, hacemos esta serie pensando en la tercera y la cuarta". No hay nada firmado, pero la directora de contenidos de Cuatro mostraba su filosofía y la de su cadena.

Formarán más familias. Puede llegar un embarazo. El de Elena, el papel de Carmen Ruiz, la actriz que huyó de Yo soy Bea. ¿Será hijo de Gabi? Ruiz hace oídos sordos. Porque hay otro hombre, además de su marido. Otro hombre, su jefe, que la encandila con un mundo de glamour, en el que la joven se adentrará. Más risas.

Y seguirá el bar. Con Sandra Collantes, aquí sólo Sandra. Otra cara nueva. Otro amor para Willy. "Al principio Diego le echa imaginación a la historia, pero después empieza a gustarme". Hablaba la actriz. Habrá otro escenario: la cárcel. Pero sólo tres capítulos. Verónica, o Paula, ya no se sabe quién es el personaje de Valeria Alonso, saldrá de prisión, pero seguirá estafando. Y Gonzalo, un milagrito que metió a Gorka en la serie, puede que apruebe el carnet de conducir. Pero eso no es seguro, aún no han terminado de grabar esta temporada. A contrarreloj.

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