El nivel de exigencia de los espectadores está por suelos cuando nos desayunamos cada día con las cifras estratosféricas cosechadas por Gran Hermano Dúo. Uno de cada tres españoles (y españolas) que consumen televisión a diario ocupa su tiempo en curiosear qué se cuece en torno a los habitantes de esa casa de Guadalix de la Sierra. Se trata de un ecosistema propio. El planeta GH Dúo, además de ocupar la parrilla de tres noches a la semana en sesiones de cinco horas cada una, vertebra el resto de la programación de Telecinco, no lo olvidemos, la cadena más vista en este país.

Viene esto al caso porque, en este contexto, me da cierto pudor hablar del tema en el que quiero incidir. Al grano. Los conciertos de temporada de la Orquesta y Coro de RTVE continúan grabándose en SD (baja definición). Mi desazón está justificada. La sede habitual de la orquesta, el Teatro Monumental de Madrid, cerró por obras de rehabilitación, lo que obligó a que dichos conciertos se trasladasen hasta los auditorios de El Escorial y Pozuelo de Alarcón. Pero hete aquí que por fin han acabado las obras, la orquesta acaba de volver a su sede del Teatro Monumental, y el coliseo cuenta con importantes mejoras tecnológicas. Pero resulta que las unidades móviles que graban los conciertos continúan siendo las de Pozuelo y El Escorial. Están obsoletas. Y cualquiera puede darse cuenta. Mientras las entradillas a los conciertos se graban y emiten en Alta Definición, la transmisión propiamente dicha sale a antena con la imagen 'sucia'. Y ese es el soporte (limitado, casi inservible) en el que pasan al archivo de RTVE.

Volviendo al principio, el nivel de exigencia por parte de los espectadores es tan escaso que nadie se ha quejado por tal circunstancia. Al legado audiovisual de la Orquesta de RTVE no ha llegado todavía el siglo XXI. El ministro Guirao debería tomar cartas en el asunto.

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