Paseo por RTVE.es

'Imprescindibles' hace honor a su nombre

  • El programa de TVE, flamante premio Nacional de TV, puede contemplarse íntegro en la web de la corporación

La bailora La Chana en uno de los 'Imprescindibles'

La bailora La Chana en uno de los 'Imprescindibles' / RTVE

Que Imprescindibles haya recibido el Premio Nacional de Televisión es un acto de justicia poética. Pensemos que años atrás se lo habían dado a El Hormiguero. Con este premio se recompensa en cierto modo a una forma de hacer y entender la televisión, esa que programa La 2. La ocasión es propicia para pasearse por la web y revisitar entregas que son puro arte en la forma y en el fondo. Hay para todos los gustos: Chicho Ibáñez Serrador, Martín Chirino, Sáenz de Oiza, María Pagés, Camilo Sesto, Josep Renau, Salvador Espriú o Félix Rodríguez de la Fuente.

Imprescindibles nació como contenedor propiamente dicho durante la etapa de Manel Arranz como director de la cadena. Hasta ese momento los distintos documentales se emitían, procedentes de muy distintas procedencias, sin que existiese un equipo directivo detrás de la marca. La afortunada con ese regalo (puesto que un bombón es la responsabilidad de figurar como directora de un formato como Imprescindibles) fue Ana María Peláez, que pasó a coordinar el programa. Desde el primer día lo hizo con entusiasmo, consciente de que los materiales con los que trabajaba eran oro puro. Carne de palmarés en festivales de todo tipo.

A mí particularmente nunca me convenció el título. Imprescindibles es demasiado rimbombante. Me gustaría más un genérico como Retratos, Perfiles o el radiofónico Siluetas. Y estimo que abundan demasiado las repeticiones y que son pocos los programas de estreno. Comprendo las redifusiones de Imprescindibles cuando se produce un óbito o un aniversario del personaje. Pocos programas habrá tan pertinentes. Pero en temporada alta, desde octubre hasta mayo, deberíamos contar con un mayor número de entregas inéditas.

Imprescindibles acoge biografías de personajes nacidos desde finales del XIX hasta nuestros días. Presentados con narrativas muy diferentes. Con voz en off o sin ella. Con distintas estéticas y muy dispares bandas sonoras. De los más recientes recuerdo el de Antonio López, para espectadores exigentísimos. Aunque los que más me interesan siempre son los que están por hacer. ¿Dos ejemplos? Alberto Cortez y Ángel Pavlovsky.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios