Con la broma de que es ‘inmortal’, Jordi Hurtado ha cumplido años. Se conserva muy bien y con eso de su inmensa longevidad es difícil adivinar su edad hasta que no se consulta la wikipedia. El presentador de Saber y ganar ha cumplido este martes 63 años, bien llevados aunque si se observa la evolución de estas temporadas se le nota que el tiempo le pasa factura como a todos.

Jordi nació en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Llobregat (al lado del plató de Ahora caigo o Tu cara me suena) en 1957. Su padre, Francisco Hurtado,  es de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar (de donde también procede la familia de Jordi Évole, son primos segundos) y su madre es andaluza.

En 2009 ya se bromeaba del aspecto infatigable del rostro de Jordi, que causó un disgusto en su familia cuando poco después, en 2011, se desató el bulo de que había fallecido y que lo que aparecía en pantalla un holograma. Del disgusto pasó a rentabilizar la broma con buen humor. Ha aparecido en El Ministerio del Tiempo como funcionario viajero y en la pasada campaña de Campofrío Íker Jiménez indagaba en una pintura rupestre con su cara.

Jordi Hurtado en 'Si lo sé no vengo', en 1987

El presentador debutó en TVE a nivel nacional con Si lo sé no vengo, en la noche de los jueves de La 1 en 1985. Estuvo tres temporadas, bien lejos de los 23 años que lleva ya en antena Saber y ganar,  una idea de Sergi Schaaf, su director en todo momento, que se estrenó el 17 de febrero de 1997. Siempre ha estado ahí Jordi (de ahí que parezca que nunca ha cambiado), salvo en mayo de 2016, que se ausentó por una operación y fue relevado por Luis Larrodera.

A partir de este miércoles se emiten en Saber y ganar las entregas grabadas después  del confinamiento: en lugar de tres concursantes  se quedará reducido a dos, para seguir las medidas de seguridad en el pequeño plató del programa en Sant Cugat.