Bicheo por la TDT

Lección de vida

  • 'Vidas únicas', en DKiss, aporta claves importantes para encontrar la felicidad

Hay vidas que, como la tuya, merecen ser contadas. Con esta sencilla pero potente premisa nació el canal de televisión DKiss en la primavera de 2016, decidido a contar vidas especiales de personales especiales. Pero, ¿qué hace falta para ser especial? ¿Qué hace especial a una vida? ¿Hace falta ser astronauta, estrella de la televisión o músico circense para tener algo especial que contar? En absoluto. Sólo hace falta ser uno mismo, ser conscientes de que cada segundo cuenta, que la ilusión y la felicidad se encuentran detrás de cada decisión que adoptes. Sólo hace falta elegir tu propio camino, alejándote de las imposiciones sociales y de la mediocridad, y ser fuerte. Ser diferente a los demás suele ser fuente de numerosos problemas ya que en muchas ocasiones ni el mundo ni la mayor parte de los que lo habitan están preparados para personas que se salen de la norma. Sin embargo, gracias a espacios como Gran-diosa, Vidas gigantes, ¡Menuda familia! y Menudos granjeros, entre otros, los espectadores de DKiss saben ya que hay individuos que son capaces de desafiar los estereotipos, romper barreras y reconocer su originalidad como un tesoro que los hace únicos, sin miedo al 'qué dirán'. Ahora, el canal ha subido la apuesta y muestra personas especiales en un inspirador espacio. Vidas únicas, que se emite los miércoles por la noche, nos descubre conmovedoras historias protagonizadas por personas con particularidades, con dolencias que, a pesar de las numerosas dificultades que acarrean a su día a día, consiguen vivir su vida con una sonrisa en la cara. Que, al fin y al cabo, es de lo que se trata siempre.

Una niña de seis años con osteogénesis imperfecta (huesos de cristal). Una mujer que sufre trimetilaminuria, una afección conocida como el síndrome del olor a pescado. Una joven de Indonesia que, con 24 años, parece una niña, pues mite 87 centímetros y pesa 20 kilos. Unas gemelas británicas ambas afectadas por el síndrome de down, lo que las convierte en un caso único en el mundo. Todos son casos complicados, existencias difíciles, y la mayoría de veces los protagonistas nos aportan claves importantes para encontrar la felicidad: disfrutar cada momento; vivir intensamente el camino, no aguardando siempre la recompensa de la meta; sacar el máximo partido a lo que tenemos. Desde luego, después de dos años de emisión, DKiss da una lección de vida con este programa, mezcla de reality y documental, en el que la peculiaridad, las ganas de vivir y el ingenio se abren paso a pesar de las múltiples adversidades. Una lección de vida a la que no nos tiene demasiado acostumbrados la televisión.

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