La República Centroafricana es el próximo destino de Frank Cuesta en Wild Frank: Gorilas, que estrena hoy a las nueve y media de la noche en DMax. En esta andadura no sólo mostrará cómo los furtivos amenazan a los últimos ejemplares libres de gorila de tierras bajas sino también el sufrimiento del país más pobre del mundo.

Para esta nueva entrega de cuatro episodios de una hora y un capítulo especial rodado en un orfanato de gorilas, el herpetólogo ha vivido situaciones de peligro con los animales, pero reconoce que se ha "derrumbado" más con las historias personales de los habitantes de un país arrasado y sumido en la miseria y la guerra. "Mientras los gorilas están protegidos con dinero, sorprenden la miseria y el poco valor de la vida humana en la República Centroafricana", señala Cuesta. "Es probablemente lo más triste que he grabado", reconocía al recordar a los niños famélicos que se ha encontrado a los largo de estos meses de grabación y la "desprotección que sufren los seres humanos en esa parte del mundo", subraya.

Acostumbrado a su lucha proteccionista en esta veterana serie producida por Molinos de Papel, le parece "triste" ir a ese país a luchar por los animales "cuando la gente está muriendo".

Por eso este Wild Frank: Gorilas también pondrá el foco en la ciudadanía centroafricana, cuya situación conocerá gracias a las tropas españolas destinadas en el país para desarrollar la Misión de Entrenamiento Militar de la Unión Europea.

Tanto para humanos como para gorilas, una de las mayores amenazas consiste en los cazadores furtivos y los traficantes de animales, que el equipo del programa intentará evitar, aunque conocerán sus efectos, ya que no dudan en matar a los guardas de los parques nacionales destinados a la protección de la fauna local. Por ello Cuesta recalca que "nadie podrá volver a grabar un reportaje como éste, porque es muy difícil conseguir grabar a los gorilas y porque el peligro para los reporteros muy alto".