Breaking Bad

Vince Gilligan: Bryan Cranston fue nuestra "salsa secreta"

  • El 'showrunner' de 'Better Call Saul' define como "magia" partir de una idea y alcanzar una gran trama en una serie

Vince Gilligan en su reciente conferencia en Barcelona

Vince Gilligan en su reciente conferencia en Barcelona / EFE

"Son historias de personas con las que aprendemos unos de otros", reflexiona Vince Gilligan, creador de Breaking Bad y Better Call Saul, dos de las series que más sacian ese "apetito" que ha generado la "época dorada" de la televisión.

Ha pasado una década desde que se emitió el primer capítulo de Breaking Bad y cinco años desde su final, pero Gilligan (Richmond, Virginia, 1967) sigue sin creer el alcance del éxito de una serie que, revela, cambió su vida de manera "demencial". "Me ha abierto muchas puertas, me ha ayudado a estar cómodo de muchos modos y me ha ayudado también a realizar otros proyectos, pero ahora tengo un problema y es que todo lo que tengo en la cabeza es Breaking Bad", admite Gilligan.

La clave Cranston

Convencido de que no hay una sola clave para el éxito en series, el estadounidense cree que es el trabajo de "un gran equipo" lo que le ha permitido a ficciones como Breaking Bad a hacer historia. El showrunner opina que la "salsa secreta" de esta serie la puso el actor Bryan Cranston, por ser capaz de sacar "todas las facetas posibles" metido en la piel de Walter White, el profesor de química que termina por convertirse en un temido narcotraficante, escalando en su maldad.

"Me emocionan los personajes, más que las situaciones", subraya Gilligan, que se ve más capaz de construir a un protagonista memorable a partir de una persona real que de reflejar problemas generales de la sociedad actual. Eso sí, no cualquier personaje tendría un lugar en sus series: "Donald Trump no, porque ya tiene suficiente atención y no creo que merezca más".

Lo que más le gusta de abordar situaciones reales es hacer uso de la capacidad que hoy día tienen las series para conectar a personas de todo el mundo y para hacerles comprender mejor el mundo en el que viven. "Es la gran ventaja de la tecnología y de la globalización de la televisión. Puedes estar en España y ver una serie de Irlanda o de Asia y eso permite que haya una mayor comprensión entre personas de distintos lugares", recalca .

En el currículo de Gilligan figuran tres premios Emmy, incluyendo dos a mejor serie dramática por Breaking Bad, hoy considerada como una de las mejores series de la historia, junto a otras como Los Soprano o The Wire. Su carrera como guionista comenzó hace más de veinte años en The Lone Gunmen, a la que siguió Expediente X, donde trabajó durante siete años hasta llegar a convertirse en productor ejecutivo. Hace veinte años las series se veían como capítulos asilados, pero actualmente y de nuevo "gracias a la tecnología", las producciones que se hacen para televisión o plataformas de pago pueden estar muy "serializadas", es decir como un todo, en esta época dorada. Saciar esa apetencia es labor de los guionistas y productores. "Es casi magia, a partir de una ‘semillita’ conseguimos una trama enorme", explica sobre el fenómeno Breaking Bad y su precuela, Better Call Saul.

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