Con la portabilidad de las pantallas, en móviles y ordenadores, hace un lustro algunos daban por moribundo al televisor y con él, a la programación convencional, a las parrillas de siempre. La televisión interactiva e individual está ahí, pero la principal feria audiovisual europea, la berlinesa IFA, que se celebra en estos días, confirma que la principal pantalla de casa no tiene rival: cada vez cuenta con más capacidad y en cada avances es más y más plana, y sobre todo, más y más grande. Para disfrutar a lo grande. Los monitores con internet integrado, los Smart TV, son lo que copan el mercado, y a lo largo de este año se venderán 89 millones de unidades en todo el mundo, tal como resalta Reinhard Zinkann, presidente del colectivo de empresas del gremio ZVEI. La renovación de televisores moverá en este año 232 millones de unidades, pese a la crisis, de los que 43 millones cuentan con 3D, formato que sigue renqueante en nuestro país. Los mercados emergentes son los que en estos años tan difíciles están tirando del carro del consumo: India y Sudamérica se asoman con fuerza, de la mano de China. Toda la industria audiovisual, incluidos móviles e internet, generó 3,7 billones de euros en el pasado año, afirma el máximo responsable de IFA, Rainer Hecker.

En el IFA 2012 se ha confirmado como próximo paso en la innovación televisiva la llamada Ultra HD, el formato 4K (cuatro veces mejorada la definición de la actual HD), y entre otras firmas Sony ha presentado sus pioneros monitores que se nutren de este nuevo paso. Unas 60 productoras en todo el mundo han comenzado a producir películas en 4K, un soporte que comenzaría a funcionar en un par de años en algunos países europeos, a través de plataformas de pago.

España, con su crisis agudizada, pierde posiciones y distancia en la innovación televisiva. Mientras se habla de 4K, el dividendo digital español, con la contracción en la franja de la TDT para dar cabida a la creciente demanda de internet para móviles, se llevará por delante al menos un par de múltiplex de canales y con ello la capacidad de los canales de HD en las cadenas públicas y privadas. En Alemania la solución, una solución por ahora muy lejana para el modelo español, ha venido de la mano de SES (Astra) con la plataforma HD+ donde todos los operadores sirven sus canales en HD a través del satélite por sólo 50 euros al año. Los condicionantes políticos, con el coste que arrastró la puesta en marcha de la mastodóntica TDT, ponen complicado un paisaje similar en España. Markus Payer, vicepresidente de Relaciones con los Medios de la luxemburguesa SES, revela que el número de canales de HD aumentará un 255% hasta 2020, mientras en España la expansión del formato sigue incierta en abierto. Canal +, para la que SES sirve en gran parte su señal, parece una avanzadilla inalcanzable en cuestión del HD y 3D en España.

SES, que asiste al liderazgo del consumo por satélite en buena parte de Europa (un 57% de los hogares reciben señal de Astra), incorporará en este año una novedad que vendrá a multiplicar las posibilidades de la recepción por satélite. Se trata del SAT-IP, que permitirá que una misma señal pueda ser recibida en cualquier dispositivo con más de cuatro señales autónomas en la recepción del hogar. Una televisión sin límites, con los canales convencionales y la infinita oferta audiovisual de internet en un cómodo soporte. Un servicio en las antípodas de una TDT española reducida y expansión reducida para la HD. "Es la televisión concebida para disfrutar a lo grande", subraya Payer. SES cuenta con una flota de 51 satélites y atiende a 258 millones de hogares en todo el mundo. El horizonte está lleno de posibilidades, como ratifica el IFA berlinés, pero está por ver en el apartado televisivo si España, en plena crisis, no pierde el tren de los nuevos formatos frente a Europa.