El presentador de Antena 3 Noticias 2,  Vicente Vallés, que se ha convertido en el azote más mediático del gobierno  con sus aguados comentarios, ha revelado una sentimental y complicada infancia en Vallecas, entre chabolas, casas autoconstruidas y calles sin asfaltar. 

Estas declaraciones las ha ofrecido el popular periodista a una revista literaria digital, ZendaLibros, lo que llega incluso a humanizar y valorar más a un presentador con gran credibilidad que debutó en los Deportes de TVE a finales de los 80 y que pasó por la redacción de Telemadrid, Telecinco y Torrespaña antes de recalara en Antena 3. Vallés fue el impulsor de un formato como La noche en 24 Horas.

Ante las críticas que desde Podemos le han lanzado como un niño bien, convirtiéndose en centro del odio de los partidos que forman el Gobierno, la realidad es bien distinta a los tópicos.

Orígenes en Arjona (Jaén)

El presentador y articulista, de 57 años evoca así su infancia: "nací en un barrio de chabolas que había detrás del campo del Rayo Vallecano", en un casa levantada "con sus propias manos" por su abuelo, que emigró en la posguerra a Madrid en busca de futuro. Tiene orígenes andaluces: su madre procede de la localidad jiennense de Arjona, desde donde emigró junto a sus cinco hermanos a principios los años 50 para prosperar en la capital.

Vicente Vallés recuerda una infancia muy gris, con calles anegadas "en cuanto caían unas gotas", embarradas contanstemente.

Su padre es madrileño, con un abuelo de Cuenca y una abuela de Murcia; es decir, como llega a mostrar, ninguno de sus abuelos es de Madrid. Sus orígenes son de aquellas migraciones en aluvión de una España en la miseria.

Sus padres tenían sólo estudios básicos y tuvieron que ponerse a trabajar muy jóvenes.

"No soy de una familia con tradición periodística ni nada que se le parezca. Pero, en buena medida, es responsabilidad de mi padre", define sobre su vocación. "Nunca faltaba el periódico del día en su casa", lo que le despertó ese interés por el periodismo que lo ha convertido en un gran crítico de un Gobierno que se quiere apropiar de la pureza de la lucha de clases. 

 Lo que nunca iba a imaginar es que un día un vicepresidente del Gobierno como Pablo Iglesias prounicara su nombre en tono amenazante en una rueda de prensa en la Moncloa.