Movistar+ ha rendido un merecido homenaje a uno de los presidentes más carismáticos de la historia reciente del Real Madrid, Lorenzo Sanz. El documental titulado El Real Madrid de Lorenzo repasa la trayectoria del artífice del proyecto deportivo que culminó con la séptima Copa de Europa, la que rompía un maleficio de 32 años para la entidad.

Coincidiendo con el aniversario de su triste fallecimiento por coronavirus, #Vamos ha estrenado un reportaje exclusivo que también se encuentra disponible bajo demanda. Lorenzo Sanz estuvo durante 15 años en el conjunto blanco, primero como vocal y vicepresidente de Ramón Mendoza. En el año 1995 accedió a la presidencia del club. Bajo su mandato el Real Madrid inició una nueva era hacia el fútbol moderno con la consecución de dos Champions League, una Liga, una Copa Intercontinental y una Supercopa de España, más dos títulos en la sección de baloncesto (Recopa de Europa y Liga ACB).

El relato reúne las voces de los principales protagonistas que marcaron la vida deportiva de Lorenzo Sanz, incluyendo la participación de sus hijos y su mujer. Su hijo Fernando, exjugador del Real Madrid, nos cuenta cómo surgió la idea de crear el documental. “Quedé encantado con el último Informe Robinson y pasó por mi cabeza crear uno similar sobre la vida de mi padre. La vida de mi padre fue apasionante y la gente seguro que desconoce muchos detalles. Era un homenaje que necesitábamos hacerlo”.

Fernando reconoce a esta web que sus últimos días fueron muy difíciles para la familia. “La familia era una piña, siempre estábamos juntos. Que se vaya con la soledad del coronavirus es muy triste. Una pérdida así no se cura en toda una vida”, declara. La situación sanitaria no ha permitido brindarle la despedida deseada por la familia. “Aún falta el homenaje del Real Madrid y la Federación Española de Fútbol le va a otorgar su mayor condecoración a título póstumo”, apunta desde la emoción y el recuerdo.

El exjugador vivió en sus propias carnes la séptima Copa de Europa. “A nivel deportivo fue el momento cumbre para mi padre, también el mío. Nunca olvidaré esa foto en la que salgo junto a Seedorf aupándolo en hombros mientras besaba la Copa de Europa. Es la imagen icónica de un momento histórico”, rememora.