TV-Comunicación

La salud, la asignatura pendiente de la televisión

  • A lo largo de la historia de la pequeña pantalla son pocos los programas que han divulgado un tema tan delicado de forma correcta

La semana pasada RTVE anunció que renovaba Centro médico, la docuficción que recrea casos de salud cada tarde en La 1. La tarde es una de las franjas horarias más complicadas para la cadena pública, por eso es comprensible que alargue una serie que en las últimas semanas ha superado el 9% de cuota de pantalla. Pero cuando se trata de hablar de salud en televisión, más que la audiencia habría que tener en cuenta la forma en la que se hace el programa, lo que enseña y cómo se transmiten los temas a los espectadores. Y Centro médico ha recibido numerosas críticas por la forma en la que cuenta las historias. Aunque se trate de ficción cuando la protagonista es la salud la credibilidad y naturalidad tienen que estar por encima de todo, y la serie de La 1 aún está lejos de eso. Centro médico se estrenó en octubre. La 1 dio un giro a su programación de tarde convirtiendo la salud en el hilo conductor. Justo después de la serie se emitía el programa Esto es vida, presentado por Cristina Lasvignes. Duró apenas tres meses en antena. La primera emisión comenzó con la presentadora dando el pecho a su hijo haciendo gala de la naturalidad con la que iba a contar el programa. Naturalidad que finalmente brilló por su ausencia. Médicos que parecían actores, frases fuera de lugar y la aparición del sensacionalismo a la hora de contar los casos médicos hicieron que la cadena tomase la decisión de retirarlo.

A lo largo de la historia de la televisión ha sido constante no tratar de forma adecuada la salud. A priori puede parecer fácil tener éxito cuando se hace un programa de televisión sobre salud porque es un tema que interesa a la mayoría de la población, a través del que se puede divulgar y reunir a la familia frente a la pantalla. Pero casi todos los que lo han intentado han pasado la delgada línea que separa al buen hacer del esperpento televisivo. Las cadenas han priorizado otros aspectos como hacer frente a la competencia y los han mantenido en antena. Uno de los más duraderos fue Saber vivir, presentado por Manuel Torreiglesias durante doce años. Ese fue el tiempo que La 1 necesitó para darse cuenta de que se trataba más de un espacio publicitario que divulgativo. En el comunicado de la pública el motivo del despido de Torreiglesias fue el siguiente: "Detectamos que en el programa que ha venido dirigiendo se han incumplido algunas normas básicas de la cadena relativas a la inserción de espacios de publicidad". La labor comercial de Torreiglesias quedó en evidencia en más de una ocasión, tanto que a la cadena no le quedó otra que despedirle. Tensiómetros, mantas eléctricas, revistas del programa, guías prácticas, fármacos o productos alimenticios son algunos de los productos que recomendaba el presentador a los espectadores. Un despido que no fue el primero que le sorprendió. Hacía años le había ocurrido lo mismo en el programa Escuela de salud. Tras su despido la cadena quiso continuar con Saber vivir. El sustituto de Torreiglesias fue el doctor Luis Gutiérrez. Tras tres meses al frente del formato, la cadena lo incluyó como una sección del programa La mañana de La 1 de Mariló Montero. Cuatro años más tarde Gutiérrez fue sustituido y son ya varios los doctores que han pasado por la sección, que se ha convertido en una de las más polémicas del programa. Algunas de las famosas meteduras de pata de Mariló Montero han tenido lugar en la sección de salud, provocando que médicos, asociaciones de pacientes o asociaciones de profesionales levanten la voz exigiendo medidas para que esto no volviera a ocurrir. Otro de los ejemplos de programas que han llevado la salud al extremo es En buenas manos. El doctor Beltrán se puso al frente del formato de Antena 3 en 1994. El formato giraba en torno a operaciones quirúrgicas y según el doctor uno de sus atractivos era las imágenes llamativas que utilizaba. Finalmente más que el atractivo ese fue el problema. Imágenes desagradables de casos poco frecuentes lo convirtieron en uno de los más sensacionalistas. Por suerte, aunque sean pocos, también ha habido programas de salud que se han caracterizado por su buen hacer como Más vale prevenir, presentado por Ramón Sánchez Ocaña y Salud al día, presentado por Roberto Sánchez Benítez.

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