Albert Espinosa. Director y guionista de 'Pulseras rojas'

"Esta temporada se habla de la valentía de la gente que está en los hospitales"

  • El creador de la ficción se muestra satisfecho por la acogida de la serie y asegura que la tercera entrega tendrá que esperar hasta que los protagonistas sean adultos.

Con el respaldo que le reporta el éxito alcanzado en la primera edición tanto en la televisión catalana como en Antena 3, la serie Pulseras Rojas estrena esta noche sus nuevos capítulos en la cadena de Atresmedia con el objetivo de volver a repetir el fenómeno en que se convirtió el año pasado. Su creador, el polifacético Albert Espinosa, cuenta sus impresiones sobre esta nueva entrega de los pulseras.

-Se ha dedicado al teatro, al cine, a la televisión e incluso a la literatura pero ¿Se puede decir que Pulseras Rojas es su ojito derecho?

-Bueno, no sé si es mi ojito derecho, pero está claro que al estar basada en los 10 años que pasé en el hospital y ver en lo que se ha convertido, el éxito que ha tenido le hace sentirse a uno orgulloso.

-¿Esperaba ese respaldo?

-La verdad que es una sorpresa. Cuando escribí la serie no me imaginaba que acabaría pasando todo esto. La clave de éxito ha sido la capacidad de llegar a todo tipo de público; eso es lo que hace diferente a la serie. Es genial la forma en que ha calado en niños y adolescentes.

-Álex Monner ha dicho que esta temporada será más oscura que la anterior ¿Qué diferencias encontrará el espectador entre primera y segunda temporada?

-Han pasado dos años y los niños se han convertido en adolescentes de 16 años que han sido trasladados a la planta de adultos. La adolescencia es difícil para cualquier chico, pero es más difícil aún con una enfermedad. En esta temporada se habla de la valentía de la gente que está en los hospitales, de la capacidad de lucha que tienen. La filosofía de la serie se puede resumir en una frase: no es triste morir, lo que es triste es no vivir intensamente.

-¿Que hay de las nuevas incorporaciones al reparto?

-Pues tenemos al personaje de Rym que es como Lleó, pero en chica, su alter ego. Luego están los nuevos pulseras pequeñitos, que hemos incorporado para sustituir a los que han crecido.

-¿Cómo han sido los resultados de la nueva entrega en TV3? ¿Cree que ha influido el éxito del pasado verano en Antena 3?

-Ha sido fantástico, la audiencia se ha doblado y puede que la explicación esté en la expansión nacional. Hay gente que no había visto la primera temporada en TV3, pero lo descubrió cuando lo dieron en Antena 3 y se ha reenganchado desde este invierno en la autonómica.

-¿Qué se siente cuando gente como Marta Kauffman o Steven Spielberg se interesan por una creación propia?

-Ha sido una locura. Me llamó Marta para contarme que lo había visto con Spielberg y que se habían emocionado mucho. Querían comprar los derechos para su productora, Dreamworks.

-¿Sabe ya cómo va el proyecto?

-Sí, aunque la producción es diferente en Estados Unidos, porque hay que conseguir los anunciantes para financiar la serie. Este proceso que puede durar cuatro años lo han conseguido en uno y medio. He leído el guión y estoy muy contento, porque respeta mucho el original y tiene esa magia que saben darle personas como Spielberg.

-Tengo entendido que prefiere esperar hasta que los personajes sean adultos para ofrecer la tercera temporada.

-Así es. Quiero basarme un poco en mi vida y quiero enfocarme en mis 20 años, cuando el cáncer volvió, pero de otra manera. Queremos expresar la evolución de la enfermedad, plasmar lo que significa la vuelta al hospital después de tres años fuera. Es un intento por ser realista. Si no lo hiciera así, la serie podría volverse repetitiva.

-Como usted ha dicho, se basa en sus experiencias ¿Hay algún pulsera con el que se sienta especialmente identificado?

-En la primera temporada Jordi era quien representaba mi historia, porque yo perdí la pierna el día de Sant Jordi. Este año me veo más en Lleó, que está pasando los peores momentos de la enfermedad y está experimentando tanto alegrías como penas.

-¿Tenía recopiladas sus experiencias en un diario o ha tenido que tirar de memoria?

-No tenía tiempo para eso, me dedicaba a sobrevivir. No sabía que había algo que contar. La historia nace cuando, curado, me doy cuenta que no tenía con qué sentirme identificado. Ahora los niños ven a Lleó como alguien real, como un héroe. Estoy muy satisfecho porque sé que se han formado grupos de pulseras y, sobre todo, porque han aumentado un 40% las visitas a niños en hospitales.

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