Toros

Buena tarde de El Fandi, Talavante y Luque

GANADERÍA: Toros de San Sebastián de las Palmas, correctos de presentación, justos de fuerzas, pero de buen juego en conjunto. TOREROS: David Fandila 'El Fandi', palmas y dos orejas. Alejandro Talavante, dos orejas y silencio tras aviso. Daniel Luque, oreja y palmas. Incidencias: Plaza de toros de Acho. Más de media entrada. Al término del festejo, la prensa agrupada en el Círculo de Periodistas Taurinos del Perú declaró triunfador de la Corrida de la Prensa a Alejandro Talavante.

La Feria del Señor de los Milagros finalizó con la salida a hombros de los diestros David Fandila El Fandi y Alejandro Talavante, de la plaza de toros de Acho, al cortar cada uno dos orejas de distinto peso. El Fandi se las llevó por generosidad del presidente de plaza, mientras que Talavante hizo los méritos para alcanzarlas. En esta cuarta y última corrida, denominada Corrida de la Prensa, completó el cartel Daniel Luque, quien cortó una oreja, aunque pudieron ser dos, pero la segunda le fue negada por el presidente.

El Fandi estuvo empeñoso y esforzado en su primero por lo que recibió palmas. En el otro estuvo machacón, consiguiendo series cortas por ambos pitones, rematadas con muletazos variados, entre martinetes, circulares invertidos, abaniqueos y desplantes que conectaron en los tendidos por lo que la autoridad le concedió dos generosas orejas. En banderillas estuvo desigual en uno y colocó pares traseros en el otro.

Alejandro Talavante se mostró decidido, firme y capaz en el primero de su lote, al que le cuajó una faena inspirada y variada llevándolo largo y templado, no exenta de improvisación en sus muletazos por los dos lados, que coronó con estocada efectiva al encuentro, por lo que el público pidió el doble trofeo. En su segundo, hizo una faena voluntariosa sin acabar nunca de meterse con el toro y estuvo desastroso con los aceros.

Daniel Luque se justificó ante la afición de Lima actuando con mucha disposición y con las ideas muy claras para triunfar, al ejecutar el toreo bueno con temple y mando que remató con estocada casi entera cortando una oreja de ley, con una fuerte petición de la segunda. En el otro, lo intentó con insistencia sin conseguir lucimiento ante un toro que se partió la mano derecha, con el que poco se podía hacer, por lo que el público le obsequió con las palmas.

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