Toros

César Jiménez cobra el único trofeo, en tarde de sobreros

  • El madrileño sale a flote en un festejo hundido por la invalidez del ganado de Benjumea · Uceda y Vega, de vacío

GANADERÍA: Se estoquearon tres toros con el hierro de Benjumea -primero, inválido; tercero, mansote y noble; y cuarto, marmolillo y destacastado- y tres sobreros de Los Bayones -segundo bis, flojo y nobilísimo; quinto bis, noble y sin chispa y sexto bis, manejable-. Un encierro de dispares hechuras, pero que en su conjunto estuvo mal presentado. TOREROS: José Ignacio Uceda Leal, de azul y oro. Estocada y un descabello (silencio tras un aviso). En el cuarto, estocada (silencio). César Jiménez, de hueso y oro. Estocada entera trasera (una oreja). En el quinto, pinchazo arriba y estocada (saludos tras ovación y petición de oreja). Salvador Vega, de blanco y oro. Estocada entera desprendida y descabello (silencio tras un aviso). En el sexto, estocada (saludos tras ovación con leve petición de oreja y un aviso). Incidencias: Plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza. Lunes 9 de octubre de 2011. Casi media entrada. En cuadrillas, saludaron en el quinto toro los banderilleros Daniel Ruano y Jesús Arruga tras parear y también lo hizo Carlos Casanova, encargado de la brega. Duración excesiva del espectáculo: casi las tres horas.

César Jiménez se alzó como triunfador del cuarto festejo de la Feria del Pilar, que en su conjunto contó con escasos momentos de lucimiento y que estuvo marcado por las devoluciones de tres toros y un excesivo metraje -casi tres horas-. El madrileño fue quien mejor anduvo en un encierro en el que se estoquearon tres toros de Benjumea (ganadería titular) y tres sobreros de Los Bayones. Una ruina ganadera con reses mal presentadas y en su mayoría inválidas. Jiménez consiguió el único trofeo del espectáculo gracias a una templada faena al segundo bis, un animal flojo, pero nobilísimo, de Los Bayones, que sustituyó a un inválido de Benjumea.

El torero, en los medios y con gran dosis de paciencia y buen pulso, mantuvo al animal en el ruedo, destacando en el toreo en redondo con la diestra y especialmente en algunos naturales de largo y bello trazo. En el trasteo hubo adornos de calidad y estética, como cambios de mano por la espalda. Mató de estocada entera, trasera, que propinó en los mismos medios.

Su segundo astado fue devuelto también por su invalidez y de nuevo saltó otro sobrero con el hierro de Los Bayones, largo y vareado, que resultó noble, aunque con escaso poder. César Jiménez planteó una faena inteligente, sin atosigar al toro, y además de una tanda interesante con la diestra, consiguió los mejores pasajes nuevamente al natural. Con el toro apagadísimo, cerró con unos circulares invertidos. En esta ocasión pinchó antes de la estocada definitiva y no logró premio. Afortunadamente, Jiménez evitó un percance al hacerse él mismo un quite con su capote cuando yacía en la arena, tras troperzarse.

José Ignacio Uceda Leal no tuvo opción a nada. Si acaso a dejar su pabellón de buen estoqueador en lo alto. Porque el madrileño se enfrentó a un material de derribo. El que abrió plaza, tocado de pitones, resultó un inválido, que fue protestado desde su salida. El diestro realizó una labor pulcra y de enfermero sin apenas eco.

El feísimo cuarto, una pintura rupestre de pinta colorada, fue un auténtico marmolillo muy descastado, que incluso llegó a echarse en el trasteo y que acabó con la paciencia de Uceda y del público.

Salvador Vega se las vio con otro lote noblote y de escasa transmisión. Su primero, de feas hechuras, mansote, obedecía bien por abajo. El malagueño realizó un trasteo correcto que no caló en el público.

El sexto, feo, altísimo, se derrumbó como un castillo de naipes en el primer tercio. Fue sustituido por un tercer sobrero de Los Bayones, que resultó manejable. Vega consiguió los mejores muletazos con la diestra; pero la faena tampoco cobró altos vuelos.

Al término del festejo, tras un espectáculo marcado por la ya contada ruina ganadera, la empresa anunció que David Mora sustituirá hoy a Morenito de Aranda. La terna, que lidiará toros de Las Ramblas, la completan Enrique Ponce y Sebastián Castella. Esperemos que para hoy salga el toro porque lo de ayer fue una sucesión de inválidos de un encierro podrido de Benjumea que hizo naufragar el espectáculo, del que salió a flote un fino estilista llamado César Jiménez.

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