El novillero David de Miranda cortó un rabo de un gran novillo de Villamarta, el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo, en el festejo con el que se cerró ayer el ciclo colombino de Huelva, y en el que el debutante con picadores Rafael Serna rayó también a gran altura con un triunfo de tres orejas. Se lidiaron novillos de Villamarta, bien presentados y de buen juego, excepto el quinto. El mejor, el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. También el sexto fue extraordinario.

David de Miranda, gran ovación y dos orejas y rabo. Alejandro Conquero, silencio tras dos avisos y silencio. Rafael Serna, que debutaba con picadores, oreja y dos orejas. La plaza registró casi tres cuartos de entrada en tarde cubierta y fría.

El último festejo de Las Colombinas de Huelva dejó como grandes triunfadores al triguereño (de Trigueros, Huelva), David de Miranda, y al sevillano Rafael Serna, que cortaron dos orejas y rabo, y tres orejas, respectivamente.

David de Miranda cuajó de cabo a rabo al gran cuarto, un dechado de calidad y bravura, con el que estuvo templado y muy valiente en una labor rotunda y muy compacta. Agarró una gran estocada y paseó los máximos trofeos de un novillo premiado con los honores de la vuelta al ruedo en el arrastre.

En el novillo que abrió plaza demostró también su valor Miranda, en una labor que hubiera tenido la recompensa de algún trofeo si no llega a fallar con los aceros.

El también onubense Alejandro Conquero recibió a su primero con una larga cambiada en el tercio, para instrumentar, acto seguido, un trasteo voluntario y valeroso, abrochado con manoletinas y pésimamente rubricado con la espada, dando tiempo a que sonaran dos avisos.

En el quinto, un animal rebrincado, volvió a mostrar ganas Alejandro Conquero, aunque sin lograr lucimiento. Tampoco anduvo acertado aquí en la suerte suprema.

El sevillano Rafael Serna, que debutaba con picadores, recibió a su primero con unas bellas verónicas, realizando después una buena faena sobre la mano derecha, premiada con una oreja. Rafael Serna recibió al sexto con una larga de rodillas y ajustadas verónicas en el tercio, para firmar, a continuación, una faena templada y muy artística ante un gran novillo. Estocada fulminante y dos orejas para el torero sevillano.