Toros

Escribano, que reaparecía, y David Mora, a hombros en Valdemorillo

Los matadores de toros Manuel Escribano y David Mora salieron a hombros en el segundo festejo de la Feria de San Blas y la Candelaria de Valdemorillo, primera corrida de toros del ciclo. Ambos cortaron dos orejas de un encierro de Luis Algarra que tuvo nobleza y buena condición en varios de sus ejemplares. Cerró la terna Arturo Saldívar, que se enfrentó al peor lote y fue silenciado. Al término del espectáculo, en el que se vio un Escribano que ha superado la gravísima cornada que sufrió el pasado verano en la plaza de Sotillo de la Adrada, el diestro gerenense fue designado como triunfador y quien ocupará la plaza del torero madrileño Alberto Aguilar, quien no puede torear ya que no está recuperado de una cornada sufrida este invierno en México.

Manuel Escribano cortó las dos orejas del cuarto toro, un astado que tuvo como mejores cualidades su nobleza y su fondo, aunque le faltó repetir con mayor claridad tras las telas. El diestro sevillano volvió a demostrar su ambición, una vez más, y su arrojo, ya que se fue en dos ocasiones frente a la puerta de toriles para recibir a su lote. Con el capote estuvo variado; realizó un quite por gaoneras y demostró que es un gran banderillero, destacando en un tercer par al quiebro junto a las tablas. En la faena, con brindis al público, que le trató desde el comienzo del festejo cariñosamente, dio sitio y supo lidiar al toro con temple. Mató de una estocada levemente desprendida.

Escribano reapareció con Cabizbajo, un toro colorao del hierro de Algarra, con seriedad y nobleza. El diestro lo recibió con una larga cambiada a porta gayola, banderilleándolo después con facilidad. Con la muleta volvió a demostrar poso y temple y anduvo nuevamente con facilidad durante la lidia del ejemplar de Algarra. Un pinchazo previo a la estocada final le privó de ganar un trofeo, siendo ovacionado.

David Mora aseguró la salida a hombros frente al quinto, un animal manejable, noble y con bondad, si bien le costó descolgar, duró poco y tendió a reponer en sus embestidas. Faena larga del de Borox, en la que exprimió al animal a base de oficio y logró los mejores pasajes por el pitón derecho. Mató de buena estocada y cortó una oreja.

David Mora paseó la primera oreja de la tarde ante el segundo, un precioso castaño, con buenas cualidades, aunque flojo. El matador madrileño, que lanceó con buen aire a la verónica, rematando los lances con dos medias, supo lidiar con oficio. Falta emoción. Una estocada eficaz fue decisiva para la concesión del trofeo.

Arturo Saldívar no tuvo suerte con su lote y no pudo lograr el éxito. El tercero, un astado colorao, resultó noble, aunque le faltó brío. El mexicano estuvo voluntarioso y dejó una estocada buena.

Al toro que cerró plaza le faltó franqueza. Acudió rebrincado y se quedó corto. Saldívar realizó una faena limpia, aunque sin un tono suficiente como para que el público le premiara.

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