Toros

El Juli y Perera, a hombros en Burgos con un buen encierro de Ana Romero

  • Los santacolomas de la Ruta del Toro, bien presentados, dieron excelente juego

Los diestros Julián López "El Juli" y Miguel Ángel Perera han salido ayer a hombros en la última corrida de la Feria de San Pedro y San Pablo de Burgos.

Se han lidiado seis toros de la ganadería de Ana Romero, bien presentados, bravos, con casta, todos ellos dieron un excelente juego.

Julián López "El Juli". Oreja y oreja.

Miguel Ángel Perera. Oreja tras aviso y dos orejas.

Alejandro Talavante. Silencio y silencio.

Lleno en la plaza de toros de El Plantío, en una tarde soleada y de buena temperatura.

El Juli ante el primero de la tarde, tras un rotundo trasteo pleno de firmeza y poder, supo lidiar a un toro encastado de Ana Romero que fue de más a menos durante la faena. Serio con la muleta, El Juli despachó al astado con oficio y recibió un trofeo.

Poderoso y valiente ante su segundo, redondeó una importante faena, posiblemente la más completa de toda la feria. El noble ejemplar de Ana Romero fue a más durante la faena, gracias a la buena lidia y a la inteligencia del torero madrileño. De cartel de toros fueron los naturales con media muleta arrastrada sobre el albero dibujados por el espada. Tras un pinchazo, la estocada trasera que le ha valido una oreja.

Perera armó una faena excesivamente larga ante el noble segundo. El trasteo ha tenido intensidad por el pitón derecho mientras que por el izquierdo el torero ha estado muy despegado y sin acabar de romperse. Mató de estocada trasera y caída que sin embargo fue muy aplaudida.

El extremeño desorejó desorejar al noble quinto con un trasteo vistoso y superficial que ha conectado con los tendidos. Faltó emoción y mató de una estocada casi entera y el público le pidió con fuerza las dos orejas.

Talavante ha sido silenciado ante un soso primero de su lote. . Decidido pero desangelado, no ha acabado de acoplarse con el de Ana Romero rematando con una gran estocada arriba.

El extremeño cuajó una irregular faena ante el cierraplaza. Vio muy pronto el buen pitón izquierdo del toro y se puso de inmediato a torear por naturales. Larga la faena, entre los muletazos hubo buenos, malos, regulares, y cuatro o cinco extraordinarios, matando con rapidez.

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