Toros

Lama de Góngora gana el ciclo de novilladas de promoción

  • El novillero sevillano consigue el único trofeo en un festejo entretenido en una Maestranza casi llena. León, segundo clasificado, y Pavón, tercero.

Ambiente sensacional en la Maestranza en los albores del mes de agosto, con muchos aficionados veteranos que pegaban la hebra con multitud de jóvenes en la gran final de las novilladas de promoción. La plaza de toros de Sevilla prácticamente llena en noche calurosa. Unas diez mil almas congregadas en torno a la llama del toreo, pese a la desgraciada llamarada de crisis que nos quiere consumir. La tauromaquia está viva. Y la cantera, tras muchos años, despierta un interés más que notable. Al menos, ayer, en Sevilla, lo sentimos así cuando, entre aclamaciones y una actitud del público excepcional, hacían el paseíllo tres chavales cargados de sueños de gloria: Miguel Ángel León, Alejandro Pavón y Lama de Góngora. Ninguno de los tres escatimó esfuerzos por agradar; de hecho, no perdonaron ni un solo quite.

La novillada de Juan Pedro Domecq-Parladé resultó dispar en hechuras y juego y, en conjunto, dio opciones al lucimiento a la terna.

Miguel Ángel León tuvo un buen lote. El novillo que abrió plaza embistió con clase, especialmente por el pitón derecho. El gerenense se estiró con buen aire a la verónica. Y en los medios concretó una faena con armazón y argumento. Hilvanó dos series con la diestra con un manojo de derechazos templados. También con la izquierda extrajo algunos naturales de bella factura. Cerró con un epílogo pinturero. Tras un pinchazo y una estocada defectuosa, el público le premió con una ovación.

Con el manejable cuarto estuvo en novillero, en una faena que perdió paulatinamente intensidad. León recibió al eral con una larga cambiada de rodillas frente a toriles y, de pie, lanceó con gusto a la verónica. En los medios, comenzó nuevamente de hinojos, con una tanda con la diestra. Por ese pitón logró una buena serie. El trasteo descendió en intensidad al natural.

Alejandro Pavón, de la Escuela de Sevilla-Amate, se mostró tesonero frente a un lote desigual. Ante el segundo, con algunas complicaciones, tan sólo destacó en una tanda diestra, antes de pasar las de Caín con los aceros.

Con el berreón quinto, que resultó manejable, Pavón realizó una faena larga que no llegó a calar en los tendidos y en la que una serie con la zurda fue lo más brillante.

Lama de Góngora, que el pasado 12 de julio abrió la Puerta del Príncipe, estuvo alentado de principio a fin por centenares y centenares de partidarios. El torero de la Escuela de Sevilla estuvo por encima de su primer astado, un animal reservón, al que entendió bien. Con el capote, ganó terreno a la verónica. Y en la muleta, tras una apertura genuflexa, con muletazos por bajo, realizó el trasteo en las afueras. Con la diestra alargó la embestida en un par de tandas meritorias, rematadas con buenos pases de pecho. Con la izquierda, alternó bellos naturales con algunos enganchones. Aderezó su variada faena con alguna trincherilla preciosa y un cambio de mano deslumbrante. Pese a una estocada caída, la petición fue mayoritaria y cobró el único trofeo de la noche.

Con el colorao, ojo de perdiz y bociblanco sexto, un animal manejable, el trasteo careció de emoción debido a la excesiva flojedad del astado. Además, tampoco estuvo acertado con los aceros.

Al término del festejo, el jurado, compuesto por los asesores artísticos de la plaza de toros de Sevilla, proclamó triunfador oficial del ciclo a Lama de Góngora, que gana la oportunidad de debutar con picadores en la Maestranza y un traje de luces. Como segundo clasificado quedó Miguel Ángel León, que recibirá un capote de paseo. Y en tercer lugar, Alejandro Pavón, un capote de brega. Los premios, donados por la Real Maestranza, se entregarán en un acto junto al de los Trofeos Taurinos de la Feria de Abril.

Ganadería: Novillada de Juan Pedro Domecq-Parladé, desigual en hechuras y comportamiento.

Toreros: Miguel Ángel León, de blanco y oro. Pinchazo y estocada defectuosa (saludos tras ovación). En el cuarto, estocada en los bajos y estocada (vuelta tras petición). Alejandro Pavón, de azul y oro. Pinchazo, estocada que escupe la res, pinchazo y siete descabellos (silencio tras aviso). En el quinto, pinchazo hondo caído (silencio). Lama de Góngora, de blanco y oro. Estocada caída (oreja). En el sexto, tres pinchazos y estocada (ovación tras aviso).

Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Jueves 2 de agosto. Nocturna. Final de las novilladas de promoción. Casi lleno en noche calurosa.

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